Los gatos juegan o pelean: signos, causas y como dividirlos
¿Los felinos están bromeando o son ‘serios’? Los signos que se deben evaluar para comprender si los gatos juegan o se prenden antes de que alguien se lastime.
Los gatos, como sabemos, siempre son depredadores y nunca pierden sus instintos de caza, incluso cuando están acostumbrados a vivir en interiores y están bien domesticados. Se debe aprovechar la más mínima oportunidad para agarrar la presa, que puede ser un insecto, tal vez un insecto volador, un objeto que cobra vida bajo sus ojos o incluso uno similar. De hecho, existe una delgada línea entre el juego y la pelea entre dos gatos que se encuentran compartiendo el mismo espacio: los equilibrios se suelen establecer en casa para una convivencia pacífica, pero a veces es difícil entender si dos gatos juegan o se atacan. Así es como tenemos que resolverlo antes de que alguno de nosotros resulte herido.
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Como juegan los gatos
Es cierto que no debería impresionarnos si vemos a dos gatos ‘tocándose’ con sus patas, quizás incluso de una forma bastante enérgica. Es probable que solo estén jugando, usando solo sus extremidades (y uñas). Lo tienen en su ADN y esta es su forma de relacionarse: siempre son cazadores y siempre quieren demostrar su capacidad para ‘vigilar’ a la presa y atacarla en el momento adecuado, incluso si se trata de otro animal, incluido el gato (Leer aquí : Gato dominante: cómo reconocerlo y manejarlo en casa).
Se trata del lenguaje corporal del gato. Con el tiempo, los dueños expertos lo conocerán y comprenderán de inmediato si su gato solo quiere jugar o tiene malas intenciones hacia los demás. Lo entenderemos por su actitud, por cómo se acerca, por las expresiones del hocico pero también por el vigor de sus patas. Así que es cuestión de tiempo para nosotros también: aprenderemos a entender si es oportuno sacar un gato agresivo que está a punto de atacar (y veremos más adelante cómo) o podemos dejarlo jugar con quien responderá de la misma forma.
Los gatos juegan o pelean: las señales para entender esto
Pero, ¿cómo sabemos si dos gatos están jugando o peleando? La respuesta más obvia podría ser notar las ‘consecuencias’ de este improbable juego en su piel. De hecho, dos gatos que se pelean se dejan marcas de garras, tal vez todavía sangrando, en el cuerpo del otro. Tendremos que intervenir con prontitud para evitar que surjan infecciones más graves (Leer aquí: Gato herido en una pelea: cómo curar las heridas de una pelea entre gatos). Pero si no queremos llegar a esto y quizás prevenir estos efectos del «juego violento», entonces tenemos que prestar atención a una serie de factores.
- Note como se acercan el uno al otro: el lenguaje del gato nos ayudará a entender si el gato tiene malas intenciones o no. Normalmente uno de los dos se acerca al otro con aire amenazador, con una postura dominante como para querer desafiarlo. El otro podría responder con la misma actitud: y ahí es posible que surja la pelea. Escucharás maullidos (lee aquí: ¿El gato maúlla fuerte? La ciencia explica si es algo bueno o malo) y los efectos de sus violentas patas se verán al final, cuando uno de los dos sea inevitablemente derrotado o ambos resulten heridos.
- Ojos y oídos: dos gatos que están a punto de pelear tienden a no perder nunca de vista a su presa, por lo que tienen la mirada fija en el otro. Las orejas también suelen estar completamente hacia atrás en el gato que quiere atacar a su compañero. Por otro lado, cuando dos gatos juegan, las orejas están hacia adelante y los ojos casi nunca se cruzan.
- Intercambio de rolesSi dos gatos juegan en su lugar, es parte del juego ‘intercambiar roles’, es decir, dominar una vez y volver a cazar. A menudo, uno persigue al otro y este último responderá persiguiéndolo a su vez. Sin embargo, si notamos que siempre es el mismo gato el que ataca y el otro el que sufre, entonces algo anda mal.
- Daño a la piel: tratamos de no contar las heridas en el cuerpo de uno u otro. Pero si simplemente no intervenimos a tiempo, notaremos que habrá marcas de mordiscos y rasguños al final de la pelea. Los gatos que juegan usualmente usan sus patas, pero no se lastiman.
- Miagolii: incluso el sonido y el tipo de sonido que emiten pueden darnos algunas señales importantes para captar. Por lo general, no es solo un fuerte maullido lo que debe alarmarnos, sino también el gruñido, el silbido, exactamente como dos animales que quieren atacarse entre sí. La pelea puede ser seguida por maullidos de dolor, que son más como gemidos de dolor.
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¿Por qué pueden pelear dos gatos?
Por lo general, los equilibrios se establecen en la casa, por lo que dos gatos acostumbrados a compartir los mismos espacios no se pelean y no se lastiman entre sí. ¡A lo sumo juegan! De hecho, uno sabe que es el otro quien domina y por tanto tenderá a molestarlo lo menos posible. Y si quieren socializar es probable que uno de los dos se acerque y le haga entender, en lenguaje felino por supuesto, si quiere ser su compañero de juegos. Obviamente hay que tener en cuenta su comportamiento general: si durante el día intercambian cuencos, juegan con los mismos objetos, etc. es posible que siempre quieran mantener esta atmósfera de serenidad. Así que solemos discutir sobre cuestiones de «territorio», pero pronto se podría llegar a un acuerdo tácito (o la renuncia de uno de los dos).
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Los gatos juegan o pelean: como separarlos
Habiendo establecido que los dos gatos no están jugando sino que se agarran entre sí con patas violentas, ¿qué podemos hacer? Estar inactivo no es una buena idea, pero es necesario saber cómo intervenir y qué movimientos utilizar para no lastimarnos a su vez. Debemos intentar detener la pelea con algo que desvíe su atención de la pelea y de lo que están haciendo. A veces un ruido fuerte y vigoroso es suficiente para distraerlos. Siguiendo el consejo del veterinario, el uso de feromonas para gatos también puede tener un efecto relajante sobre su actitud en el hogar. Nos aseguramos de que todos puedan disfrutar de sus espacios y libertades, pero sobre todo de sus objetos personales (desde el bol hasta la caja de arena y el juguete favorito).
Para evitar que los rasguños tengan consecuencias graves, sobre todo uveítis en los ojos, distraigámonos pero no intentemos separarlos con las manos: podríamos tener lo peor. Sería inútil gritar porque estarían demasiado concentrados en seguir golpeándose. Golpeamos la mesa con la mano o con un objeto, en fin, los tomamos por sorpresa con un ruido inesperado.
Francesca Ciardiello