Pérdida de coordinación en gatos: causas, síntomas y tratamiento

La pérdida de coordinación en el gato hace que el felino sea gracioso, pero es una condición que no debe subestimarse. Veamos las causas, síntomas y tratamiento.

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Pérdida de coordinación en gatos. (Photo AdobeStock)

El gato siempre ha sido reconocido como una criatura elegante y graciosa, pero no por ello sin problemas de equilibrio. Puede suceder durante la vida del animal, tener problemas de pérdida de coordinación en el gato., científicamente llamadas ataxias en gatos.

La gravedad puede ser más o menos importante: puede variar desde alteraciones leves de la marcha hasta caídas. El gato puede vivir mucho tiempo e incluso con normalidad ya que no está sujeto a sufrimiento ni malestar. Pero a pesar de esto, la patología que provoca la ataxia – la pérdida de coordinación en el gato – no se trata, el animal podría perder la vida en poco tiempo.

Causa de pérdida de coordinación del gato o ataxia felina

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El cerebro y la médula espinal del felino están comprometidos (Foto Pixabay).

Generalmente, cuando el cerebro y la médula espinal del felino están comprometidos, esto dificulta su capacidad para comunicarse con el resto del sistema nervioso del organismo, que es lo que provocará muchos casos de ataxia y pérdida de coordinación en los gatos. Las causas de la pérdida de coordinación en gatos pueden ser muy variadas, incluyendo:

Tipos de ataxia (pérdida de coordinación en gatos)

  • Ataxia cerebelosa: el gato se mueve sin coordinación pero de forma muy extrema y exagerada. Las piernas separadas, los saltos exagerados, las piernas temblorosas, los rebotes son signos de que el cerebelo del felino ha sufrido una lesión.
  • Ataxia sensorial: en este caso el daño es al cerebro. Aunque también puede haber lesiones en los nervios periféricos o en la médula espinal. El gato da pasos más largos de lo normal, tiende a gatear, parece débil y en general las extremidades están muy separadas entre sí.
  • Ataxia vestibular: en este caso el daño está relacionado con los nervios que conectan el oído medio interno. El gato tiende a caer sobre el lado afectado o gira mucho la cabeza en esa dirección. Y es en este caso que el animal tiende a menear la cabeza de forma extraña.

Síntomas de pérdida de coordinación en gatos.

Lleva al gato al veterinario
Los síntomas característicos que nos ayudan a comprender el problema felino son muchos (Foto Adobe Stock)

La pérdida de coordinación en los gatos es en sí misma un síntoma de un problema neurológico. La ataxia en gatos debe considerarse más claramente un síntoma que nos advierte de que el gato ha sufrido una lesión en las zonas que controlan los movimientos del cuerpo. Los síntomas característicos que nos ayudan a comprender el problema felino son:

  • debilidad en las patas, especialmente en las patas traseras.
  • letargo en gatos;
  • cambios de comportamiento;
  • estado de debilidad general;
  • pérdida de apetito en gatos;
  • espasmos en la cabeza;
  • escuchando problemas;
  • cabeza armada;
  • Movimientos involuntarios de los ojos.

Ante alguno de estos síntomas conviene acudir de inmediato a su veterinario habitual.

Diagnostico y tratamiento

Lleva al gato al veterinario
En caso de problemas más graves, es posible que el gato necesite atención médica. (Foto de Adobe Stock)

Si tu gato de repente comienza a mostrar comportamientos y movimientos extraños, no dudes en acudir al veterinario. Para establecer un diagnóstico, no solo es necesaria la evaluación de los síntomas, sino una valoración necesaria a través de pruebas específicas.

Estas pruebas incluyen: las pruebas son generalmente complejas, que incluyen análisis de sangre para comprobar el estado del hígado y los riñones y radiografías y ecografías para detectar tumores en el gato o acumulaciones de agua en el cerebro.

Además, Todos los datos relevantes que puedan explicar la aparición de ataxia deben ser comunicados al veterinario, desde un cambio en la dieta del gato hasta un posible accidente o caída. Durante las pruebas será necesario excluir, en gatos jóvenes, enfermedades infecciosas, inflamatorias, traumáticas, intoxicaciones y obviamente anomalías congénitas.

En los animales más viejos, sin embargo, es muy importante excluir neoplasias, enfermedades vasculares y degenerativas. En cuanto al tratamiento, si el origen se encuentra en el tiempo, se puede utilizar el tratamiento basado en la causa.

Es por eso que la terapia será individual y dependiendo de la causa. Por ejemplo si se trata de un problema momentáneo, como una intoxicación leve por gato o una ingesta de menta, los efectos son temporales.

Del mismo modo, si el problema es una deficiencia de vitamina B1, con una dieta equilibrada y algunos suplementos vitamínicos, el gato se recuperará por completo. Mientras que las lesiones de la médula espinal o los problemas cerebrales deben evaluarse caso por caso.

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Raffaella Lauretta