El gato se estira a menudo: qué significa este comportamiento y cómo interpretarlo
Después de la siesta, el gato estira el lomo: ¿y si siempre lo hace? Esto es lo que significa que su gato se estire con frecuencia.
Sabemos cuánto les encanta dormir a los gatos: la mayor parte de las horas del día se pasan así. Y después de la siesta ‘habitual’ se les ocurre estirar la espalda, extender las extremidades anteriores y tal vez acompañarlo todo con un sonoro bostezo. Si el gato hace esto después de dormir no hay de qué preocuparse: el ejercicio es muy similar a nuestro estiramiento en nuestra clase de Yoga. Sin embargo, si su gato comienza a hacer esto con demasiada frecuencia, es hora de profundizar en el asunto y comprender por qué. el gato a menudo se estira.
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El gato se estira: la explicación científica
¿Por qué el gato se acuesta boca arriba? Algunos estudios del Real Veterinario London College. Al parecer los investigadores británicos han dado una explicación científica a esta actitud del gato que, según ellos, de ninguna manera es una señal de algo preocupante. El gato vive de noche y es precisamente en las horas más oscuras cuando manifiesta su instinto innato de cazador. Las presas se capturan por la noche, mientras que durante el día es hora de descansar, aunque nunca es un sueño largo y tranquilo, sino más bien pequeñas siestas en las que el gato está siempre en ‘estado de alerta’ (Leer aquí: ¿Cómo gato: lo que necesitas saber sobre la siesta de Micio).
Al igual que en los humanos, en las horas de sueño (que pueden ser hasta 16 en un día para el gato), el cerebro controla los movimientos involuntarios de los músculos, para no ‘desperdiciar’ energía mientras duerme. Pero, una vez que nos despertamos, tanto nosotros como los gatos escuchamos la necesidad física de ‘despertar’ el cuerpo y volver a la normalidad. En el caso del gato, los tiempos también parecen bastante acelerados: precisamente porque nunca se abandonan por completo a dormir, los gatos pronto vuelven a estar ‘activos’. Al estirar la espalda, los músculos se reactivan inmediatamente e el flujo de oxígeno en la sangre aumenta y llega primero al cerebro, para estar preparados y lúcidos ante cualquier peligro.
También cuando el gato se estira, vienen deshacerse de las toxinas acumulados en los músculos, incluidos el dióxido de carbono y el ácido láctico. Entonces, si es bueno para él y lo relaja, ¿qué tiene de malo?
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El gato se estira a menudo: posibles causas
Tranquilízate que esta actitud felina no esconde ningún malestar y ninguna patología, veamos cuáles son los motivos por los que un gato se estira.
- Se relaja: la relajación comienza con los músculos y forma parte de la rutina del gato. Sabemos cuánto los gatos están apegados a sus hábitos: en cuanto se despierten querrán reactivar sus músculos con el movimiento habitual (Leer aquí: Problemas musculares en gatos: las patologías más frecuentes y cómo reconocerlas). Se trata de un necesidad fisica (prácticamente y el cuerpo mismo para preguntar). Pensemos en las posiciones que toma el gato para adaptarse a los espacios: ciertamente él también se siente incómodo y necesita deshacerse de su pereza.
- Estiramiento no solo: Está bien estirar las piernas y la espalda, pero no es solo una reactivación muscular, sino un tipo teléfono móvil. Las toxinas se expulsan del cuerpo, que se purifica. El cansancio desaparece y piensa aún mejor, gracias al aumento del flujo de sangre oxigenada al cerebro.
- Ir a cazar: el gato es un depredador y, como tal, siempre está listo para cazar a su presa. Necesita estirarse entre el sueño y la vigilia, como si quisiera recargarse y estar listo para lanzar su ataque sobre la pobre víctima.
- MI’ enamorado: En el lenguaje corporal felino, el gato también expresa sus intenciones de apareamiento con estos movimientos. No solo maullar y hacer muecas, sino también ese comportamiento: por otro lado, los gatos se conocen muy bien. Es un lenguaje no verbal que sirve para hacer comprender al otro el mensaje sexual.
- Expresa amor: incluso con su humano y con quienes lo abrazan, el gato adopta la misma actitud. De hecho, cuando lo acariciamos y lo abrazamos, el gato nos agradece estirándonos y poniendo su espalda a nuestra disposición: es un acto de confianza en nosotros, y de la voluntad de compartir con nosotros ese grato momento (Leer aquí: El gato ronronea: por qué lo hace y qué quiere comunicar). Además, esta actitud tiene un recuerdo atávico: incluso la madre gata acaricia siempre el lomo de los pequeños, para levantar el rabo y limpiar la zona genital con la lengua.
Francesca Ciardiello