Cómo ponerle una inyección a tu gato: todo lo que necesitas saber
Cualquiera que tenga una mascota sabe que tarde o temprano tendrá que probar suerte con una jeringa. ¿Sabes cómo ponerle una inyección al gato? Esto es lo que debes saber.
Si tienes un gato, en ocasiones es necesario que te quites la ropa de diario y te pongas la de… enfermera. En serio, hay situaciones en las que nos pueden llamar para realizar pequeñas operaciones a nuestras mascotas, sin necesidad de acudir al veterinario. Por ejemplo, ¿sabes cómo ponerle una inyección al gato? Aquí hay algunos pequeños consejos a seguir.
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Pincha al gato: cuando puedas
Darle un mordisco a tu gato es una de las posibilidades que quizás tengas que afrontar en tu vida. Si amas a estos animales y quizás tengas más de uno, puede suceder que con el tiempo necesite una inyección. Por supuesto, hay un veterinario, pero no siempre es posible ni fácil ir allí.
Entendiéndose que cuando el gato está enfermo siempre es necesario recurrir a los servicios de un profesional, en ocasiones puede ser necesario que usted… use el abrigo. En serio, en algunos casos en los que es necesario inyectar al gato una sustancia.
En concreto, si se trata de una terapia que dura unas semanas, puede resultar imposible acudir al veterinario todos los días, debido a los compromisos de la vida diaria. Para ello puede resultar muy útil aprender a ponerle una inyección a un gato.
Precaución: mejor limitarse a las inyecciones subcutáneas, más fácil de realizar. Para los intramusculares, siempre es mejor contactar a su veterinario. Son operaciones que requieren un conocimiento adecuado de los músculos del gato y diferentes habilidades manuales.
Prepara la jeringa
Pasemos ahora a la descripción del procedimiento. Primero deberá preparar la inyección, siguiendo las instrucciones cuidadosamente (muchas sustancias están contenidas en dos recipientes diferentes, uno en polvo y otro en líquido, que deben mezclarse). Retirar la dosis prescrita para administrarla al gato.
Con el tiempo aprenderás a realizar estas operaciones de forma mecánica, sobre todo si tienes que poner inyecciones diaria o regularmente (el ejemplo clásico es administrar insulina al gato diabético).
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Calma al gato
Después de preparar la jeringa, deberá preparar al gato para la picadura. Esto podría ser más o menos difícil dependiendo de la experiencia que ambos tengan. En definitiva, podría ser la primera vez para ti, así como para el gato. Por otro lado, si ya ha recibido inyecciones en el veterinario, es posible que no esté tan feliz de ver la jeringa.
Aquellos que tienen más experiencia en el tema, incluso con perros, deberían estar más facilitados; aunque los gatos son más pequeños, tienen una piel menos gruesa y son más sensibles. En resumen, la inyección al perro podría ser un poco más sencilla. Pero algunas cosas son muy similares en el enfoque que se debe tomar, como calmar y tranquilizar al animal.
Así que toma al gato y dale muchos abrazos; déjele ver la jeringa y déjele olerla. Trate de asociar la vista del objeto con una experiencia agradable., que son tus abrazos.
Después de eso, tendrá que elegir la posición correcta para administrar la inyección al gato. UN superficie plana pero sólida, como la mesa clásica, es ideal. Al ser un animal pequeño, es posible que desee administrarle la inyección incluso mientras lo sostiene en su regazo. Sin embargo, en caso de una reacción repentina del gato, estaría más expuesto a sus arañazos. Si es posible, pida ayuda a otra persona.
Cómo enhebrar la aguja
Elija la parte del cuerpo del gato en la que enhebrar la aguja. Normalmente optamos por el atrás, donde el gato tiene más piel, o para las caderas. Desinfecta la parte elegida, al menos un cuarto de hora antes de la operación y asegurándote de que el gato no se ensucie en este período de tiempo.
Después de eso, puede pasar a la punción real. Agarre la piel del gato con el dedo y el pulgar de la mano donde no tenga la jeringa y levántela de forma que forme una especie de bolsa. En ese colgajo de piel tendrás que insertar la aguja perpendicularmente, con suavidad pero sin dudarlo.
Asegúrese de inyectar toda la sustancia. Si ve sangre dentro de la jeringa, sáquela; lo más probable es que haya golpeado un vaso sanguíneo en el gato, por lo que deberá elegir otro lugar. Cuando hayas terminado, observa al gato durante unos minutos., para comprobar que se encuentra bien y no tiene reacciones alérgicas.
Antonio Scaramozza