Perros de pura raza y patologías congénitas
En los últimos 200 años, la selección de razas caninas ha tenido como resultado la extremeización de algunas características, comprometiendo en algunos casos la salud del propio animal, como patologías relacionadas con el sistema cardiorrespiratorio en razas braquicefálicas.
Sin embargo, la misma asociación internacional de criadores intervino para hacer una distinción en cuanto a la herencia de los estándares de la raza con respecto a patologías congénitas que comprometen la salud del animal también desde un punto de vista conductual.
- perros agresivos
- patologías como sordera o ceguera congénita
- labio leporino, paladar hendido
- malformaciones conocidas de la mandíbula
- defectos dentales pronunciados, atrofia progresiva de la retina,
- epilepsia
- perros criptorquídeas, monorquídeas
- Albini
- displasia grave comprobada de cadera
La selección de razas ha evolucionado. Si los perros anteriores fueron seleccionados por su función y utilidad como perro. Hoy en día se prefiere l’esthetics y el morfología del perro.
Con el tiempo, el perro se ha convertido en un símbolo de estatus y, en consecuencia, la selección ha apoyado lo que era el mercado de demanda.
Los cruces, aprovechando aquellos que son los genes transmisibles, han llevado a la creación de razas puras con “genética repetible”.
Razas puras y problemas congénitos
Sin embargo, lo que ha surgido de la selección de razas puras es la persistencia de algunas enfermedades y deformaciones genéticas heredadas.
Desde un punto de vista estadístico, de hecho, un raza de perro de cuatro está sufriendo de problemas congénitos como hipotiroidismo, epilepsia, alergias, enfermedades cardíacas o displasia de cadera.
Tanto es así que la misma Enci, el Organismo Nacional del Perro Italiano, con fines selectivos, para mejorar el estado de bienestar y protección de las razas, ha introducido un protocolo para el registro del libro genealógico de perros de pura raza para lo cual son necesarios ciertos controles en sobre patologías genéticas.
Labrador Retrievers: predispuesto a problemas óseos, hemofilia, neoplasias, epilepsia y degeneración retiniana.
Pastor alemán: seleccionado para tener los cuartos traseros más bajos. Sujeto a displasia hasta problemas para caminar.
Razas braquicefálicas: problemas cardiorrespiratorios y BAOS – síndrome de obstrucción de las vías respiratorias
Boxer: delicado sistema cardiocirculatorio
Setters irlandeses: atrofia de la retina
Razas grandes: tumores óseos
Razas pequeñas: Enfermedades de la válvula mitral
Dobermann: problemas de coagulación de la sangre
dálmata: sordera congénita con la edad
Defectos genéticos vinculados al color: por ejemplo, el Rhodesian Ridgeback es conocido por la presencia de una cresta en la espalda que crece en dirección opuesta al resto del pelaje. En el caso de que esta cresta no esté presente, en algunos países, los criadores pueden matar a los cachorros para no transmitir este defecto genético.