Y ahora la procesionaria da miedo: 13 niños intoxicados en Florencia por la «oruga asesina»
La polilla procesionaria está provocando una alerta que no debe subestimarse en Florencia: en las últimas semanas esta larva asesina que afecta a las plantas pero también a los animales y en algunos casos al hombre había sido una fuente de problemas en algunas zonas de Italia, en particular en Termoli y en el Molise bajo, pero ahora es un caso generalizado en 13 niños que han disparado la alerta roja definitiva. A decir verdad, desde hace algunos años el período primaveral coincide con un peligro bastante importante de poder conocer de cerca a este molesto parásito.
El lunes pasado, cinco niños fueron hospitalizados por dificultades respiratorias, tos severa y ampollas en las extremidades superiores. A todos ellos se les prescribió un tratamiento con antihistamínicos y cortisonas tras entrar en contacto con las orugas peludas que les provocaban estos efectos no deseados.
Y el martes, otros 8 muy jóvenes corrieron la misma suerte. Resultó que la escuela de párvulos de via dell’Argingrosso está rodeada de varias crías de polillas procesionarias, y esto obviamente preocupa a los padres. Alguien acusa al Ayuntamiento de la capital toscana de haber subestimado el tema y de no haberse tomado en serio los informes recibidos al respecto. Incluso una ciudadana tuvo que operar a sus dos perros, y a uno de ellos le amputaron parte de la lengua porque entró en necrosis.
Mientras tanto, los ciudadanos intentan protegerse de esta amenaza silenciosa pero inexorable con métodos ‘caseros’: hay quienes han podado gran parte de su jardín prendiéndole fuego a una buena parte, quienes han rociado los árboles con pegamento u otras sustancias pegajosos y los que han confiado en empresas especializadas en control de plagas para hacer un barrido limpio de la temible procesionaria. Aquí hay más detalles sobre lo que puede hacer esta pequeña monstruosidad.