Vacunas para gatos: las necesarias, las opcionales, tiempos y costos
¿Qué vacunas se recomiendan para proteger la salud de nuestro gato? ¿A qué enfermedades se enfrentan los felinos? Toda la información necesaria sobre vacunas.
El sistema inmunológico de un gato es muy delicado y, sobre todo, después del destete, está más expuesto a infecciones y enfermedades. La vacunación representa un deber hacia el propio animal, sus compañeros y también es una forma de proteger nuestra salud. Lamentablemente, hay quienes creen que solo es necesario vacunar a los gatos que viven fuera del hogar o adoptados callejeros. Aunque con menos frecuencia, todos los gatos, incluso los ‘domésticos’, pueden tener contacto ocasional con sus compañeros: ¡ciertamente no es justo dejarlos vivir bajo una campana de vidrio! Entonces, ¿por qué no tomar las precauciones necesarias?
Tiempos y costos
Hay quienes piensan erróneamente que es mejor vacunar al felino alrededor de los 5-6 meses de edad. En realidad, el riesgo de enfermedad en ese momento es muy alto, y nuestro gato puede que ya esté infectado. En primer lugar, es fundamental hacer una distinción entre un gato recién nacido y otro cuya historia ignoramos. Cuando adoptamos un perro callejero, quizás un adulto, generalmente procedemos con el examen del FeLV (virus de la leucemia felina) antes de la vacunación. Si la prueba es negativa, puede continuar con la vacunación con un refuerzo cada tres semanas.
Si llevamos a casa a un gato recién nacido, o en todo caso cuyo origen y madre conocemos, no es necesario hacer las vacunas de inmediato. El calostro, o la leche materna, garantiza una perfecta cobertura de anticuerpos. Solo a partir de la séptima semana puede continuar con la primera vacuna: la edad adecuada para las primeras vacunaciones es, por lo tanto, alrededor de 2-3 meses, con un refuerzo 2-4 semanas después de la primera.
Es fundamental hacer examinar al gato y conocer su estado de salud antes de la vacunación: un gato ya debilitado puede tener consecuencias muy graves cuando el sistema inmunológico no está preparado para recibir las vacunas. Para el momento de la administración es necesario evaluar muchos factores como la edad del gato, el entorno de origen y la zona en la que vive. En cambio, para viajar es importante llevar contigo un carnet de vacunación actualizado: en caso de necesidad un nuevo veterinario conocerá bien la historia clínica de nuestro gato.
El costo de la vacuna varía según el tipo, protocolo y tarifas veterinarias requeridas. Pero absolutamente no es recomendable comprar la vacuna en la farmacia y la administración ‘privada’ del fármaco: es mucho mejor confiar a nuestro gato en manos de un experto, que sabrá mejor que nosotros cómo realizar una inyección subcutánea o intramuscular a nuestro felino.
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¿Qué son las vacunas Core y contra qué luchan?
Las pautas de WSAVA, la organización veterinaria mundial de pequeños animales, ha distinguido las vacunas en Core, las muy recomendadas porque combaten enfermedades potencialmente mortales, y las Non Core, que son las que no son estrictamente necesarias y sobre las que aún se investiga. La vacuna ‘trivalente’ comprende los tres tipos de vacunas ‘básicas’ contra: rinotraqueítis, calicivirus y gastroenteritis viral. Veámoslos en detalle.
Rinotraqueítis: El virus del herpes felino puede provocar fatiga y depresión, así como abundante secreción nasal, babeo (abundante salivación) y conjuntivitis. En casos más graves puede comprometer las facultades respiratorias.
Calicivirus: infección puramente respiratoria que por tanto afecta a las vías respiratorias. En casos graves, puede provocar una neumonía letal.
Panleucopenia: enfermedad viral que provoca problemas intestinales como diarrea, náuseas y vómitos y en el peor de los casos fiebre alta, shock séptico y muerte.
Las vacunas complementarias u opcionales se dirigen a enfermedades como Leucemia viral felina y el Ira. Otras vacunas útiles pero que no se consideran estrictamente ‘necesarias’ son las contra Coronavirus y peritonitis infecciosa felina.
Los riesgos
Muchos temen que el gato vacunado pueda desarrollar un sarcoma de inyección. El error básico es que la vacuna es más peligrosa que la enfermedad en sí. El sarcoma es un tumor, una enfermedad que podría ocurrir años después y no es de ninguna manera una certeza. El cáncer de este tipo afecta solo a los gatos predispuestos genéticamente.
Tienes que estar seguro de que el gato es capaz de soportar las consecuencias de la vacunación y de que no tiene ninguna enfermedad en curso. Por este motivo siempre se recomiendaPrueba de FeLV (virus de la leucemia felina) antes de la vacunación, para conocer la salud de nuestro gato.
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