Un hombre alimenta a los perros callejeros y salva la vida de un perro anciano: gestos nobles

Un hombre alimenta a los perros callejeros y salva la vida de un perro anciano. Una historia llena de altruismo y belleza, todo para compartir

Perro come comida (Foto Pixabay)
Perro come comida (Foto Pixabay)

Una acción generosa que deja huella en el alma del oyente. Un pensamiento dirigido a criaturas más frágiles que necesitan apoyo físico y moral. Es la historia de un niño llamado Luca que todos los días va a Borgo Incoronata para ofrecer golosinas a los perros que han vivido allí durante mucho tiempo. Luca hacía esto todos los días, en su camino de regreso de la escuela, pero de repente se dio cuenta de que el viejo perro llamado Nero no estaba allí. Sospechoso, buscó e hizo un amargo descubrimiento.

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Un hombre alimenta a los perros callejeros y salva la vida de un perro anciano

La alegría de un perro callejero (foto Pixabay)
La alegría de un perro callejero (foto Pixabay

Ese día el cuadrúpedo no lo esperaba, como suele hacer, para celebrarlo. El momento en que se dio la vuelta y lo vio fue suficiente. Luca nunca hubiera querido ver esa escena, pero si no hubiera vuelto la mirada, no podría haberle salvado la vida. El perro estaba boca abajo debajo del bordillo y tenía una pata hinchada como un globo. Era evidente que su salud era crítica y no había tiempo que perder. El chico contacta de inmediato la policía municipal de Foggia que se puso en contacto con la ASL veterinaria. El perro fue llevado de inmediato a las instalaciones donde se le brindó la atención que necesitaba. «La ASL veterinaria ha enviado al Dr. Ricucci a quien le agradezco su rápida intervención.”Elogió el autor del rescate.

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La atención y el cuidado diario que este hombre reserva a los vagabundos sirvió no solo para alimentar a quienes los necesitaban sino también para guardar la vida del anciano perro que sufría.

Un gran gesto que demuestra cómo incluso las acciones más pequeñas y simples tienen un gran valor. Si Luca no hubiera intervenido, quién sabe qué habría sido del perro. La puntualidad y la inmensa generosidad son dos grandes cualidades que sirven para guardar vidas.

bendito Félix;