Turquía, atrocidades indescriptibles sobre animales para el sacrificio

@Imágenes falsas
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Existe una legislación muy específica sobre el transporte de ganado para sacrificio que se viola sistemáticamente. Así lo atestiguan las investigaciones de la Animal Welfare Foundation, Tierschutzbund Zurich y Eyes on Animals, de la que habla “Compassion in World Farming (Ciwf)” en Italia. En particular, las irregularidades se producirían en la frontera entre Turquía y Bulgaria donde incluso las vacas preñadas son sometidas a desplazamientos en condiciones extremadamente difíciles, generalmente caracterizadas por altas temperaturas e incluso en algunos casos por cesáreas repentinas en la calle, donde luego son sacrificadas. Además, los animales se encuentran hacinados en espacios confinados sin comida ni agua durante muchas horas esperando la preparación del viaje, lo que los obliga a alimentarse de sus propios excrementos, y al no tener suficiente libertad de movimiento se ven obligados a acostarse unos sobre otros.

En definitiva, es una deportación real en condiciones que no pueden ser peores, entre la insensibilidad de quienes solo piensan en ganar con este negocio sin considerar los derechos de los animales. Al referirse al parto en la calle de la vaca, surgen algunos detalles: es solo uno de los cinco casos observados en el monitoreo de transporte en la localidad de Kapikule, y en la circunstancia la vaca que parió a su cría pasó por varias horas de trabajo de parto antes de recibir el anestesia por un veterinario llamado para facilitar la operación. El ternero había sido extraído de su vientre con la ayuda de una cuerda, pero murió de inmediato, y la madre sufrió graves heridas internas debido a las maniobras «artesanales»; ella también está destinada a morir, pero el transportador no quiere perder su carga y se vale de la ayuda de un carnicero, que la mata aún viva, obligándola a 5 minutos de sufrimiento insoportable.

CWF denuncia entonces que los estados europeos son cómplices de todo esto: las cargas inspeccionadas llegan a Turquía desde países del Este como Hungría, República Checa, Eslovaquia, pero también de Italia, Francia, Alemania y Austria, con malos tratos que se han repetido desde 2000. Existe también una petición para instar a la Ministra de Salud, Beatrice Lorenzin, a decretar el cese de las exportaciones de animales vivos a Turquía a la que se puede acceder en el siguiente enlace: https://goo.gl/A4SAfx

Para aligerar el tema del discurso, mira lo que inventaron en África para proteger a las vacas de los asaltos de los leones.