Trastornos del saco anal en perros: causas, síntomas y tratamiento
Los trastornos del saco anal en perros son el problema más común de las glándulas anales. Veamos cuáles son las causas, síntomas y tratamiento.
¿Conoce la forma particular del perro de marcar el territorio? ¡Bueno! Empecemos desde este punto. Cuando el perro delimita el territorio lo hace mediante un marcador olfativo útil para comunicarse con otros perros.
Este líquido es producido por las glándulas anales y luego llega a los sacos anales del animal presente tanto a la derecha como a la izquierda del ano.
Sin embargo, existe la posibilidad de que este líquido esté bloqueado por varios problemas, generalmente llamados, trastornos del saco anal en perros.
Veamos cuáles son estos trastornos en concreto, qué provocan y cómo tratarlos.
Las causas del trastorno del saco anal
Como hemos mencionado anteriormente, existen condiciones en las que es probable que se bloquee el líquido producido por las glándulas anales causando trastornos del saco anal en perros.
La causa que pueden generar esta condición en el cuerpo del animal pueden ser los siguientes:
- Desastroso en un estado perpetuamente suave;
- conformación física;
- alergia;
- ataque reciente de diarrea;
- estreñimiento en perros;
- tumor de la glándula anal;
- secreciones glandulares excesivas;
- tono muscular anal deficiente.
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Síntomas
Para poder entender qué padece el animal e identificar cualquier patología que lo duele, es importante saber reconocer cualquier síntomas que podemos resumir en:
- picazón intensa en el perro;
- dificultad y esfuerzo para defecar;
- persigue la cola;
- secreción de las glándulas anales;
- constantemente se lame las partes íntimas.
Ante estos síntomas siempre es mejor contacte a su veterinario de confianza, con el fin de intervenir cuanto antes y aliviar las molestias del animal que lo padece.
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Diagnóstico y tratamiento de los trastornos del saco anal.
Para establecer una diagnóstico respecto a la patología que nos preocupa, el veterinario deberá tomar conciencia de la historial completo de la salud del perro, inicio de los síntomas y los posibles accidentes que podrían haber provocado esta condición.
Luego procederá con una prueba de heces, una hemograma completo y perfil químico y un análisis de orina para descartar otras causas de enfermedad.
Luego proceda con un examen físico completo del animal. Donde los sacos anales será agrandado será fácilmente palpable y podría en caso de absceso mostrar un líquido marrón rojizo, así como mostrar segnyo de hinchazón, enrojecimiento o incluso rotura.
Mientras que en el glándulas anales, si estos fueran dañado entonces la secreción normal clara o de color amarillo-marrón a pálido se convertirá en fluido marrón denso y pastoso.
Ante esta imagen, el veterinario solo podrá vaciar los sacos anales del perro y en función de la consistencia, el color del material y la dificultad para sacarlo, podrá decidir el tratamiento más adecuado a aplicar.
Por lo tanto, por lo que tratamiento el médico puede elegir si usar solo uno cambio dieta con la ayuda de suplementos, esto en caso de que las bolsas estuvieran llenas pero fáciles de vaciar.
A diferencia de si la situación muestra signos de infección, el veterinario tendrá que prescribir absolutamente el antibiótico. Si, por otro lado, hay aberturas anormales en los sacos anales, puede prescribir terapia oral con ciclosporina.
Finalmente si elinfección del saco anal es crónico, podría ser la intervención quirúrgica es necesaria en sacos anales.
Lo que recomiendan los expertos es intervenir rápidamente y utilizar suplementos para ablandar las heces del perro durante los tratamientos, con el fin de evitar que el animal sufra al defecar.
Una vez que se ha establecido la terapia, se deben seguir cuidadosamente los consejos del veterinario. Será necesario llevar al animal a controlar y observar los movimientos, asegurándose de que no se lama el ano constantemente.
Cuando surge una situación incontrolable, lo mejor es proporcionar un collar isabelino. Recuerde no suspender el antibiótico a menos que lo decida el médico.
Incluso si el animal parece estar en excelentes condiciones, no es posible interrumpir el tratamiento sin haberlo completado durante los días establecidos.
Si las glándulas anales continúan drenando (después de unos días de tratamiento) o si parecen enrojecidas e hinchadas, contacte a su veterinario inmediatamente.
Raffaella Lauretta