Tortugas y problemas respiratorios: tipos, síntomas y remedios
Las tortugas en terrarios o acuarios son propensas a numerosos problemas respiratorios: esto es lo que son y cómo detectarlas.
Si hemos pensado en adoptar una tortuga terrestre o de agua dulce, seguramente nos habrán recomendado que mantengamos temperatura constante de su hábitat. No solo para que la tortuga se sienta más cómoda en su terrario o acuario, sino también para evitar problemas respiratorios. De hecho, las tortugas están sujetas a enfermedades respiratorias, que a menudo comprometen el funcionamiento del sistema respiratorio y su propia vida. Por eso es muy importante tener cuidado desde el principio primeros síntomas para evitar que la enfermedad progrese con trágicas consecuencias. A continuación, le mostramos cómo notar estos síntomas y cuáles son los posibles tratamientos.
Tortugas y hábitat: por qué importa la temperatura
No podemos pensar que tener una tortuga en casa significa simplemente comprarle un lindo terrario y ‘estacionarlo’ adentro. La tortuga es una animal muy delicado y cada aspecto de su vida debe ser monitoreado cuidadosamente. No solo su alimentación y las condiciones higiénicas del terrario (o terrario) sino también la temperatura de su refugio. De hecho, la falta de termorregulación del medio ambiente es la principal causa de las enfermedades respiratorias de las tortugas. Antes de revisar la patología individual, describiendo sus causas y síntomas, veamos cuáles son los mejores condiciones de vida para una tortuga para tener en casa.
Antes de adoptar una tortuga es fundamental informarse, y bien, sobre las condiciones ideales de su hábitat natural con especial atención a nivel de temperatura, luz y humedad. Incluso el clima exterior debe ser un condicionante: el cambio de estación puede afectar la temperatura del terrario, por eso es importante contar con un termostato que regule constantemente el aire del interior. De hecho el fluctuaciones continuas de temperatura fácilmente podría provocar problemas respiratorios. Pero no todas las temperaturas deben ser iguales: de hecho depende de la zona de origen del animal y de las necesidades específicas de la especie a la que pertenece.
Cuando hablamos de la temperatura interna del hábitat también nos referimos a la del agua en la que se sumergen las tortugas de agua: la falta de calentamiento puede provocar enfermedades respiratorias. Temperaturas demasiado bajas o demasiado altas pueden conducir al mismo problema: en el primer caso, conducen fácilmente a inmunodepresión y mayor exposición a enfermedades respiratorias; en el segundo al proliferación de bacterias y otros microorganismos. Incluso una mala higiene puede aumentar la carga bacteriana dentro del hábitat y poner en riesgo el sistema respiratorio de las tortugas.
Tortugas: sistema respiratorio
Anatómicamente las tortugas no tienen diafragma: esto significa que, como nosotros los humanos, no pueden expulsar la mucosidad al toser, sino depositarla en su interior. Cuando tienen problemas para respirar, por lo general estiran la cabeza y, a veces, pueden mantener la boca abierta. Si prestamos atención también podemos notar algunos ruidos extraños al respirar. Otro signo más evidente es el flujo nasal o espuma de la boca, pero esto depende de la gravedad de la enfermedad y su estadio.
Tortugas y problemas respiratorios: síntomas y causas
Además de señales como la respiración y los ruidos visuales, es decir, flujos y espuma de la boca y la nariz, existen otros signos de posibles enfermedades del sistema respiratorio en curso. De hecho, las tortugas a menudo comienzan a sufrir pérdida excesiva de peso, deshidratación y sequedad de las membranas mucosas, anorexia y una sensación general de fatiga y letargo. Cuando notamos incluso uno de estos síntomas es recomendable concertar cita con el veterinario: será él quien haga el correcto diagnóstico de la enfermedad en curso. Aquí está en detalle las cuatro principales enfermedades respiratorias que pueden afectar a una tortuga: rinitis, neumonía, infección por virus del herpes y micoplasmosis.
Problemas respiratorios en tortugas: rinitis
Se trata de un infección del tracto respiratorio superior: generalmente la causa se encuentra en la presencia de agentes etiológicos como virus, bacterias u hongos, cuyo ataque se hace más ‘simple’ por un estado de inmunosupresión de la tortuga. Puede ser infeccioso e infectar a otros especímenes que viven con la tortuga enferma y, si no se trata a tiempo, puede evolucionar a neumonía.
Entre las causas más probables de rinitis se encuentran: condiciones de temperatura y humedad inadecuadas para la especie, cambios de temperatura, temperatura del agua demasiado alta, convivencia con sujetos portadores de patógenos. Cuando la rinitis recién comienza, es probable que se note agotamiento y anorexia, con presencia de muchi por la nariz y dificultad para respirar (de hecho, las tortugas infectadas a menudo tratan de tomar aire con la boca abierta). Cuando la rinitis ya está en un nivel avanzado es posible que el moco tenga unacción erosiva de las fosas nasales, lo que resulta en malestar y picazón, así como conjuntivitis y estomatitis.
Que hacer en caso de rinitis
Si hemos identificado los síntomas de una rinitis, lo primero que debemos hacer es aislar a la persona infectada de otras que comparten el mismo hábitat. Si se trata de una tortuga de agua dulce es importante aumentar la temperatura del agua, pendiente de la visita del veterinario.
Problemas respiratorios en tortugas: neumonía
Es una infección del tracto respiratorio inferior, a menudo precedida por una rinitis mal tratada. En algunos casos también puede iniciarse por sí solo, sin ir precedido de rinitis, debido a la presencia de patógenos agresivos o sujetos ya inmunodeprimidos. Como la rinitis es una patología contagioso y mortal. Las causas incluyen las mismas que la rinitis.
Suele aparecer con un sensación general de apatía y agotamiento de la tortuga, que se niega a comer y adelgaza excesivamente en poco tiempo. Además de la presencia de secreción purulenta por la nariz, también podemos notar una dificultad para respirar con movimientos espasmódicos del cuello y la cabeza. En las tortugas acuáticas en particular, es fácil notar cómo tienden a permanecer fuera del agua y flotar asumiendo posiciones extrañas.
Qué hacer en caso de neumonía
Como en el caso de la rinitis, será necesario aislar al sujeto infectados para evitar infectar a otros en el mismo hábitat y aumentar la temperatura del medio ambiente o del agua. Una adecuada hidratación del animal puede ser útil para aliviar los síntomas, aunque es necesario prestar mucha atención a los cambios de temperatura.
Problemas respiratorios en tortugas: infección por el virus del herpes
También conocido con las iniciales ChHV, indica una patología infecciosa sistémica, cuya causa es precisamente el virus del herpes. Puede afectar tanto a especímenes terrestres como acuáticos, y se transmite por contagio directo con portadores, o incluso por transmisión vertical de la madre a los huevos. Se debe prestar especial atención a esta patología ya que puede tener períodos en los que los síntomas son más evidentes, y otros momentos en los que parecen desaparecer. Esta alternancia entre períodos de latencia y exacerbación puede durar meses. El estrés ambiental también puede provocar enfermedades: hacinamiento del hábitat, viajes, reubicación, etc. pueden influir en el progreso de la enfermedad. Si ya parte de una situación de salud ya comprometida, el riesgo aumenta. Entre los síntomas más evidentes se encuentran: secreciones nasales serosa o mucosa, estomatitis e materiale necrotico (costras) en la boca, lengua y paladar, dificultad para respirar, hinchazón del cuello y conjuntivitis. Como en los otros casos, la tortuga aparece notablemente cansada y delgada, deshidratada y en ocasiones incluso con síntomas neurológicos como falta de coordinación muscular.
Qué hacer en caso de CHHV
Primero, aísle a la persona infectada inmediatamente, cree un ambiente seco y cálido y contacte a un experto lo antes posible. Desafortunadamente, la condición de CHHV es permanente, por lo que los transportistas se verán obligados aaislamiento a lo largo de su vida.
Problemas respiratorios en tortugas: micoplasmosis
Es una infección sistémica causada por Mycoplasma, también responsable de otras epidemias conocidas con el acrónimo URTD. El contagio suele ocurrir directamente, con el contagio de muestras infectadas. La patología suele conducir, desafortunadamente, a una muerte prematura, ya que a menudo no se encuentran tratamientos eficaces. La enfermedad puede afrontar periodos de latencia y periodos de exacerbación, así que manténgase siempre ahíejemplar bajo control.
El estrés también puede provocar enfermedades y arraigarse especialmente en sujetos que ya están debilitados y en riesgo de infecciones, o que aún se están recuperando. Además de la rinitis, los especímenes infectados respiran con la boca abierta, tienen conjuntivitis en un ojo o en ambos, tienen erosiones en la nariz. Por supuesto que elel sentido del olfato está completamente comprometido y las condiciones generales pueden llevar en poco tiempo a la muerte del sujeto, porque ya no podrá comer.
Qué hacer en caso de micoplasmosis
Será necesario aislar al sujeto infectado de los otros especímenes, crear un ambiente seco y calentado, desinfecte el hábitat con hipoclorito de sodio al 3%. Como en el caso del CHHV, las personas con micoplasmosis también serán portadoras de por vida, por lo que deberán permanecer aisladas de forma permanente.
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FC
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