‘The Small Animal Farm’, donde los cerdos escapan del matadero

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UN Vigone Se ha creado un refugio para animales decididamente inusual, diferente de los comúnmente conocidos. Su dueño es Federica Trivelli, 44 años. Evidentemente eres una persona con una sensibilidad extraordinaria hacia los animales. En los 5 mil metros cuadrados en el campo de la localidad de la provincia de Turín, muchos logran encontrar la fuga de los mataderos y así sucesivamente: «Estos son animales de diversas especies de las incautaciones – dice la propia Federica, que también es activista ambiental – y aquí están realmente felices. Tienen todo lo que puedan desear. Tampoco hay escasez de animales traídos aquí por los mismos criadores. Evidentemente saben qué destino van a encontrar, pero cuando entienden que no vienen aquí a morir, se despreocupan y juegan entre ellos ”.

Federica vive desde hace mucho tiempo en Estados Unidos, donde ha tenido la oportunidad de incrementar su experiencia como defensora de los derechos de la naturaleza en general y de los animales: “Yo formé parte de un grupo de voluntarios en Estados Unidos. Recuerdo que una vez estábamos manejando un matadero en medio de la noche. Y vi una cerda tendida en el suelo con los ojos cerrados. Luego le di una palmada en la espalda y me miró directamente a los ojos. Ese fue el momento en que me di cuenta de que quería y debía hacer algo por estos seres, considerados por todos como algo para comer ”.

Cerdos sanos y salvos en la ‘Granja de animales pequeños’

El refugio creado por Federica se llama ‘The Small Animal Farm’ y depende de donaciones y fondos privados. Cada mes hay gastos de unos mil euros en total a incurrir, no mucho, teniendo en cuenta que se habla de la necesidad de buscar comida para los animales así como de someterlos a visitas veterinarias. El primer animal alojado fue un cerdo, ofrecido por un granjero en 2009 a cambio de equipos de gimnasio. Y de ahí despegó. Cada animal tiene su propia historia, por ejemplo está Yoda que no se había bajado del camión que se suponía que lo llevaría al matadero. Un animalista consiguió que lo llevara allí. Pero había sido necesario someterse a una operación quirúrgica. Luego está Espartaco, que vino de Sicilia, golpeado y metido en una bolsa de basura. El año pasado, Federica fundó la organización sin fines de lucro ‘La Vie en Rose’ que tiene como objetivo construir un refugio para cerdos en las laderas de los Alpes.

SL

The Small Animal Farm – página de Facebook