Sucralfato para perros: dosis, usos y contraindicaciones

El sucralfato es un fármaco que actúa como protector de las células de la mucosa gastrointestinal. Su acción se produce porque el ácido estomacal lo disocia en dos productos llamados octasulfato de sacarosa e hidróxido de aluminio. El octasulfato de sacarosa en medio ácido se une a la mucosa dañada y le confiere un efecto protector, constituyendo una especie de gel de consistencia viscosa y pegajosa capaz de resistir más de seis horas. Por su parte, el hidróxido de aluminio tiene un ligero efecto antiácido local. Además, el fármaco absorbe los ácidos biliares y aumenta la secreción de moco.

El sucralfato actúa donde se necesita, es decir, podríamos decir que forma una película protectora sobre la lesión, de manera que queda protegida de las secreciones ácidas del tracto gastrointestinal, que provocan irritación del esófago, estómago e intestinos.

El sucralfato para perros se puede comprar como suspensión oral, nuevamente con receta médica. Una pequeña cantidad de la dosis administrada se absorbe, aproximadamente del 3 al 5%, y se elimina por vía renal dentro de las 48 horas posteriores a la administración. También está disponible en comprimidos y sobres, para que podamos elegir la forma que nos resulte más fácil de administrar según las preferencias de nuestro perro.

Las indicaciones de este fármaco incluyen gastritis, esofagitis por reflujo, lesiones estomacales producido durante la cirugía, algunos tumores del aparato digestivo, duodenitis o inflamación de la primera porción del intestino delgado o úlceras de cualquier origen, incluso los que se producen en la mucosa. Las úlceras bucales en perros son relativamente comunes, ya que los animales son muy sensibles a su formación, todos aquellos ejemplares a los que se les administran antiinflamatorios esteroideos y no esteroideos durante mucho tiempo. Por ello en estos casos no solo se utiliza como tratamiento, sino que el veterinario puede prescribirlo como prevención para evitar que se produzcan estas lesiones.

También se puede utilizar para perros que padezcan enfermedades renales o hepáticas crónicas, ya que estas son patologías que incluyen ulceraciones gastrointestinales entre los síntomas. Dependiendo de las circunstancias de cada caso, el veterinario valorará la administración conjunta de otros fármacos.

La dosis de sucralfato en perros. dependerá de su peso y presentación prescrito por el veterinario. A modo de ejemplo, de la suspensión oral se suele prescribir 5 ml de sucralfato tres veces al día para perros de hasta 15 kg de peso. En cualquier caso, según el caso concreto, el veterinario puede optar por una dosis mayor o menor. Por eso es importante nunca medicar a tu perro tú mismo.

El tratamiento habitual tiene una duración media alrededor de ocho días , aunque, dependiendo del cuadro clínico, y siempre siguiendo las recomendaciones del veterinario, puede variar de dos días a dos semanas. Se recomienda tomarlo en ayunas.

El sucralfato no es un fármaco seguro para perros embarazadas. Naturalmente, tampoco se puede administrar a perros sensibles a este fármaco. También debe administrarse con precaución en perros que, por cualquier motivo, presenten una motilidad intestinal reducida, como los perros muy ancianos. En otros perros, los efectos secundarios adversos son raros, siempre que siga las pautas dadas por su veterinario. Los perros lactantes pueden consumirlo.

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