Sistema respiratorio del gato: las principales enfermedades y los tratamientos más efectivos
¿Tu gato no respira bien? Aquí están las enfermedades más importantes del sistema respiratorio y cómo reconocerlas desde los primeros síntomas.
Son varias las patologías que pueden afligir a nuestro tierno amigo de cuatro patas. En particular, en un nivel bajo de gravedad encontramos faringiti, laringiti y tracheiti, luego bronquitis y bronquiolitis, asma felina y finalmente neumonía, edema pulmonar y tumores. Veamos cuáles son los principales síntomas que deben servir de campanas de alarma para el dueño atento y escrupuloso.
Enfermedades del sistema respiratorio en gatos: síntomas.
El gato tiene un sistema respiratorio en el que se divide mayor, que incluye la nariz, faringe y laringe, e inferior que recoge la tráquea y los pulmones. Ciertamente no tenemos que saltar ante el primer estornudo del gato, sino también prestar atención a otros detalles como: secreción nasal, ronquidos durante el sueño y dificultad para tragar. A esto hay que sumarle la tos, la falta de aire y la falta de aire: todos estos síntomas abatieron al gato y lo obligaron a perder el apetito.
Cuando las secreciones que salen por la nariz adquieren un color azulado o los síntomas no tienden a desaparecer, entonces es recomendable contactar con un veterinario de inmediato. Estos son los principales síntomas que podemos ‘captar’ desde el exterior, es decir, sin visita de expertos o pruebas específicas. Ahora veamos cuáles son las causas que pueden desencadenarlos.
Enfermedades del sistema respiratorio en gatos: las causas.
Al igual que los síntomas, las causas desencadenantes pueden ser diferentes entre sí: desde alergias hasta obstrucción del tracto respiratorio, desde problemas dentales hasta la presencia de parásitos e infecciones. Mejor pregunta por el opinión experta para evitar que estos síntomas empeoren u oculten otras patologías.
Infecciones
La rinotraqueítis viral felina, causada por virus y bacterias, como el virus del herpes y calicivirus y bordetella canina y felina, clamidia, micoplasma, desencadena una infección en el gato: secreción nasal, respiración ruidosa y agotamiento general. Hay una prueba de hisopo para identificar la infección y el tratamiento implica la reconstrucción del sistema inmunológico. Existe una vacuna para esta patología: es mejor administrarla cuando el gato aún es muy joven. En el caso de la neumonía, sin embargo, el tratamiento suele ser del tipo antibiótico, para ser administrado durante semanas o incluso meses. Mientras tanto, se puede facilitar la respiración del gato con medicamentos expectorantes e inhalaciones.
Problemas dentales
Incluso si no son provocadas por virus o factores externos, las infecciones dentales pueden provocar resfriados y tos, pero también fatiga general, dificultad para tragar y estornudos. Dado que los problemas dentales son bastante simples de diagnosticar, ya que las encías pueden enrojecerse e hincharse, el veterinario puede llegar al diagnóstico rápidamente y continuar con el tratamiento.
Parásitos
Los parásitos pueden ingresar al cuerpo del gato a través de la comida: especialmente los gatos que comen caracoles corren este riesgo. Uno de los principales síntomas es la tos crónica, aunque en ocasiones puede ser asintomática. El diagnóstico se realiza mediante radiografías o examen de heces, mientras que la cura implica medicamentos como antihelmínticos adecuados. El tratamiento para eliminar los parásitos de los gatos puede continuar incluso cuando los problemas respiratorios hayan desaparecido.
Alergia
Veamos si los síntomas ocurren en determinadas épocas del año: podrían estar relacionados con las alergias estacionales del gato. Al igual que el humano al que el gato puede ser alérgico polen, ácaros del polvo o puede ser una alergia alimentaria: en este último caso conviene hablar de intolerancias. Intentemos darle al gato una dieta para excluir los alimentos a evitar porque le causan malestar, identificar los alimentos ‘ofensivos’ y evitarlos.
Cuerpos extraños
No pensamos necesariamente en las partes de un juego, pero incluso una hoja de hierba gatera si termina en la tráquea puede provocar una irritación en el tracto respiratorio. Los síntomas son tos, estornudos y dificultad para tragar. Si ves poco o nada a simple vista, pero sospechamos que el gato puede haber inhalado o tragado algo, contactamos con el veterinario.
Pólipos
Así se definen los crecimientos benignos en la faringe o en las orejas de los gatos jóvenes. Estos obligan al gato a respirar ruidosamente y resfriarse. Estos pólipos son removible quirúrgicamente y también son fácilmente diagnosticados por el veterinario con algunas pruebas.
Enfermedades del sistema respiratorio en gatos.
Una vez identificados los síntomas y causas de las enfermedades respiratorias, procedemos a analizarlos más de cerca. Aunque no es trabajo del maestro diagnosticarlos, tener algunas noticias mas en los diversos tipos puede tranquilizar o mantener al ser humano consciente de los problemas de nuestro amado gato.
Faringiti, laringiti y tracheiti
Este grupo de patologías incluye rinotraqueítis viral y calicivirosis que a menudo son desencadenadas por salto de temperatura pero también virus. La tos es tan rabiosa y particular que parece que el gato quiere expulsar un cuerpo extraño inhalado o bolas de pelo. La traqueítis suele ir acompañada de rinitis, faringitis, laringitis y bronquitis. En este último caso la tos es aceitosa porque se caracteriza por la presencia de mocos y otras secreciones que el gato podría expulsar.
Bronquitis y bronquiolitis
Cuando las enfermedades respiratorias afectan la parte de los bronquios y también atacan los pulmones, parten de síntomas menos graves para llegar a picos peligrosos. Desde tos seca hasta tos grasosa y el gato puede respirar cada vez peor. Por supuesto, antes de que los síntomas se agraven, es mejor acudir al veterinario inmediatamente.
Asma
A veces, los factores desencadenantes son causados por el propio propietario y se encuentran en el entorno donde vive el gato, es decir, la casa. Entre las causas del asma alérgica encontramos el humo del cigarrillo, el polvo que se acumula, los aerosoles, los detergentes para la higiene del hogar que si se inhalan pueden molestar al gato. Las crisis respiratorias se caracterizan por estertores, boca abierta como si quisiera tomar la mayor cantidad de aire posible y pupilas dilatadas. UN radiografía de pulmón Es útil identificarlo: la cortisona a menudo se elige para el tratamiento, mientras que otros medicamentos ayudan a despejar las vías respiratorias.
Neumonía
La neumonía afecta la calidad de la respiración felina y no es absolutamente asintomática. El gato parece cansado, no quiere comer ni parece interesado en jugar: en definitiva, las actividades que normalmente le atraen ya no parecen interesarle. No hay tos, pero el gato siempre quiere dormir y constantemente tiene secreción nasal. Una vez más, el gato podía abrir la boca tanto como fuera posible para tomar aire.
Edema pulmonar
Cuando se forma líquido en los pulmones, se denomina edema pulmonar felino. Las causas pueden ser venenosas o desencadenadas por virus y también por insuficiencia respiratoria o insuficiencia cardíaca. El gato comprensiblemente no respira bien, tiene secreciones por la nariz y respira con estertores ruidosos: es bueno llevar al felino al veterinario inmediatamente para evitar que una crisis respiratoria sea fatal.
Tumores
En casos graves, las enfermedades respiratorias pueden ser causadas por cáncer, cuyos síntomas son tos y secreción nasal, acompañado de pérdida excesiva de peso, pérdida de apetito y altas temperaturas.
LEE TAMBIÉN: Los gatos y las enfermedades genéticas: todas las principales enfermedades del felino
FC
Amoreaquattrozampe ha sido seleccionado por el nuevo servicio de Google News, si quieres estar siempre actualizado por nuestras novedades SÍGUENOS AQUÍ