¿Se ofende el gato?

gato ofendido

Muy a menudo tiende a para proyectar la emociones ei sentimientos humanos en animales tanto que usamos palabras como celos, ofensa para definir algunos comportamientos de nuestros peludos. Cada especie tiene un cierto tipo de comunicación que pasa a través expresiones corporales que se puede comparar fácilmente con las reacciones humanas.

Por ejemplo, es común escuchar a alguien hablar de su gato diciendo «lo regañaron y se ofendió». Desde un punto de vista estrictamente relacionado con el comportamiento natural del animal, sería un lenguaje inapropiado ya que incluso si los animales tuvieran todos los matices de sentimientos y emociones, similares a los humanos, como el miedo, el estrés, la alegría, estos a menudo y voluntariamente, cuando se traducen a su idioma, significan algo más.

Hablando del gato «ofendido» en la mayoría de los casos es una reacción de “sorpresa”: es decir, cuando el gato «refunfuña», esto lo sorprende y lo confunde. También siendo muy seres receptivo mi sensorial, los gatos absorben inmediatamente el emociones del Maestro.

Entonces un gato que ha hecho algo, después de ser regañado, le da la espalda a su dueño, fingiendo no verlo, ignorándolo y dando la impresión de ser «superior».

Sin embargo, este comportamiento en realidad indica «sumisión»: el gato girando demuestra su inferioridad y evitando la mirada del dueño el gato transmite el mensaje de que no quiere hostilidad. De hecho, según el lenguaje felino, mirar fijamente a los ojos es un signo de agresión (haga clic aquí).

El gato que se da vuelta tiende a tranquilizarse ante la amenaza de su dueño y así, sintiéndose inferior a él, evita la fuga, que no es digna para él.

En otras situaciones, por ejemplo, el gato acostumbrado a entrar y salir de la casa, podrá traer una pequeña presa a su dueño como ratones, ranas o pájaros, que captura y se la trae como «regalo» a sus dueños. Mejor aceptar para no ofender su amor propio por lo que siempre es recomendable felicitarlo, acariciarlo, recoger el regalo y tirarlo, solo cuando el gato no ve. Nunca lo regañe, incluso si ve al gato llegar con la presa.