Reprochando al gato: esta es la mejor manera de hacerlo

¿Tu gato ha causado estragos y te ha llevado a la exasperación? Aquí le mostramos cómo regañarlo de la manera correcta y cómo lograr que su felino escuche.

regañar al gato
Cómo regañar al gato: todos los consejos útiles

No será una tarea sencilla: el gato es realmente un animal muy terco y difícilmente estará dispuesto a escuchar el sermón. Y no porque no comprenda las palabras y los reproches, sino que simplemente los ignore con altivez. Pero tenemos que intentarlo porque a veces su comportamiento realmente puede ir más allá de todos los límites: intentando no hacer daño, como mucho nos mirará con aire de superioridad y se irá enseñándonos el rabo.

Todos los consejos para una reprimenda ‘eficaz’

Dado que será difícil, hay algunos consejos que pueden ser una ayuda válida en la educación de tu gato caprichoso. No hay palabras específicas ni gestos milagrosos, pero ciertas actitudes te ayudarán a ‘respetarte’ un poco más. Esto es lo que son.

Sincronización

Fundamental para el éxito de su reprimenda es farlo en el momento adecuado. ¿Qué se entiende por tiempo? Hazle entender que se equivocó en el mismo momento en que el gato está realizando la acción. Cuando termine la broma, ya será demasiado tarde. Los gatos no tienen un pensamiento «retroactivo» que les permita comprender que la acción que acaban de realizar es incorrecta. ¡Entonces tienes que atraparlos en el acto!

Una palabra

No hay necesidad de largos discursos y conferencias. que los ‘mortifica’. Una palabra será más que suficiente: ‘No’. Es el mismo principio que rige el regaño al perro: incluso en el caso de los felinos, de hecho, basta con un ‘No’ agudo y contundente, quizás acompañado de un gesto del dedo levantado.

En lugar de ‘No’

Como alternativa al rechazo claro, algunos etólogos recomiendan hacer un ruido particular con tus manos, para que luego el gato pueda asociarlo con una acción que no se realiza. Uno de estos podría ser el chasquido de los dedos, un aplauso, etc. Después de este gesto o sonido, el gato debe detenerse y detener su acción.

Consistencia

Es importante que la reprimenda sea siempre la misma, pero sobre todo que pase siempre a la misma hora, es decir, durante la acción incorrecta. El dueño que quiera educar a su gato debe repetir absolutamente siempre el mismo comportamiento, para asegurarse de que el gato no se confunda.

Que pasa despues de la reprimenda

La actitud que sigue a la reprimenda debe ser siempre la misma y repetirse cada vez que queramos regañar a nuestro gato. Tras el ‘No’ o el sonido del dedo, será indispensable ‘gira los talones’ y deja en paz al felino durante unos diez minutos. Debemos hacerle comprender que su fechoría va seguida de una especie de sensación de abandono en el gato por nuestra parte. ¡Sea breve, sin embargo! Y que no dure más de diez minutos: será suficiente para que el gato se asocie con el miedo de no poder jugar más con nosotros.

No a la violencia

No se permite que los animales utilicen la violencia, menos aún para los gatos. Consideran que las manos del ser humano son las herramientas para abrazar. Entonces, si los asociamos con comportamientos violentos o punitivos, enviaríamos a nuestro amigo de cuatro patas a la confusión. Dar golpecitos en la cabeza es un comportamiento prohibido.

Las consecuencias de la violencia

El uso de ‘malos modales’ podría inducir un estado de ansiedad, estrés en el gato o, peor aún, terror. Podrías elegir algún objeto blando, como una pelota de goma, para tirárselo sin riesgo de lastimarlo, pero solo para hacerle entender que debe alejarse de lo que está haciendo. Es importante que todo permanezca en el ambiente más tranquilo posible, aunque sea un castigo.

Refuerzo positivo

Está bien castigarlo, pero cuando se porta bien hay que apreciarlo. Y no es solo una cuestión moral: los gatos necesitan asociar la recompensa con la acción positiva, de modo que se les induzca a repetirlo. La recompensa puede ser un bocadillo que le guste mucho o algunas palabras positivas y abrazos pueden ser suficientes.

Las típicas bromas de los gatos

Por lo general, a los gatos les encanta causar estragos, pero lo hacen instintivamente y no con la intención de hacer travesuras. Además, básicamente podríamos entender que la culpa no siempre es del gato, sino quizás también nuestra de que no hemos creado una alternativa válida.

Rayar los muebles

¿El gato apuntó a los muebles viejos de la abuela para limarse las uñas? Por supuesto que no es bueno, pero los gatos suelen arañar, y no solo los muebles. Nos preguntamos si tiene algo en lo que realmente pueda hacerse la manicura. El extractor de arañazos es lo que necesitas: hay muchos en el mercado, incluso en una sección de Ikea totalmente dedicada a las mascotas. Pero también es posible hacer algunos «hágalo usted mismo» en casa. En definitiva, existen alternativas al mobiliario, nos toca a nosotros conseguir alguna.

No usa la caja de arena

Un punto delicado para todos los gatos que tienen que aprender a usar la caja de arena para sus propias necesidades. Dado que la violencia no está permitida incluso cuando encontramos nuestra casa con manchas de orina y otro tipo de necesidades, está bien para los cachorros. tómalos suavemente por el cuello y tráelos junto a la caja de arena. Esto es parte de los métodos de educar a un gatito, es decir, hacerle entender que ha utilizado el lugar equivocado para sus necesidades. Es importante subrayar que este comportamiento no debe adoptarse en absoluto con gatos adultos, porque podrían malinterpretar este gesto con violencia.

Te muerden las manos

También en este caso la culpa puede ser nuestra. Si nunca le hemos reprendido por este comportamiento desde que era un cachorro, es poco probable que de adulto comprenda por sí mismo que no debe hacerlo. Desde pequeño tenemos que hacerle entender con un ‘No’ o apartando las manos de su rostro, que ya no tendrá que hacerlo.

FC

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