Quemaduras y escaldaduras en gatos: reconocerlas, prevenirlas y tratarlas

Los gatos son muy curiosos y corren el riesgo de lastimarse precisamente por este aspecto de su carácter: descubramos cómo prevenir y tratar las quemaduras y escaldaduras en los gatos.

quemaduras de sol gato
Quemaduras y quemaduras solares en gatos (Foto Pixabay)

Cualquiera que haya adoptado un gato sabe muy bien cómo estos espléndidos animales son también muy curiosos e increíblemente entrometidos: saltan, se esconden y se cuelan en los lugares más inesperados, incluidos aquellos que a veces esconden peligros para su salud.

Entre estos, es imposible no pensar en el riesgo de quemaduras y escaldaduras que corre el gato cada vez que se sube a la estufa de la cocina: para saber qué se está cocinando en la olla, de hecho, el gato se sube a lo que probablemente sea el lugar más peligroso de la casa, donde el fuego encendido o los fogones se convierten en verdaderas trampas que queman su piel, sus almohadillas o sus pelo.

El gato también puede sufrir estas lesiones de otras formas, por ejemplo, al entrar en contacto con sustancias punzantes que causan quemaduras químicas de primer, segundo o tercer grado: en este artículo descubriremos cómo reconocerlos y tratarlos, con los tratamientos y precauciones de prevención imprescindibles para salvaguardar a nuestro amigo felino.

Quemaduras y quemaduras solares en gatos: todo lo que necesitas saber

Ya hemos mencionado que Las quemaduras más comunes en gatos suelen ocurrir en la cocina.: otras fuentes de posibles quemaduras y escaldaduras son también el hierro o los líquidos calientes (agua, café y aceite son solo algunos ejemplos).

Además de la cocina, un gato puede quemarse las patas u otras partes del cuerpo incluso fuera de casa: por ejemplo en los meses de verano, cuando tu gato se sube a coches o techos de hojalata que se calientan con el sol y provocan peligrosas quemaduras en sus delicados rodamientos.

Si su gato sufre una quemadura, quemaduras o quemaduras solares, es fundamental saber como intervenir, pero antes que nada debemos reconocer el tipo de quemadura que estamos tratando.

Quemaduras en gatos: como reconocer quemaduras de primer, segundo y tercer grado

ojos de gato
Quemaduras graves en gatos (Foto Pixabay)

Primero, si tu gato se quema, presta atención a cómo te acercas e interactúas con él: el gato seguramente estará asustado y con dolor, así que trátalo con mucha calma y cuidado.
Para entender si las quemaduras y escaldaduras en los gatos son más o menos graves, es necesario observar el aspecto de la lesión: así se aprende a reconocerlos.

Quemaduras de primer grado en gatos

Junto con las quemaduras de segundo grado, representan el tipo de quemadura menos grave que puede tener su gato. LA síntomas de una quemadura de primer grado son daños leves o inexistentes en el cabello, lesiones dolorosas y piel enrojecida.

Quemaduras de segundo grado en gatos

Si la quemadura es un poco más severa, es posible que el cabello se queme, la piel esté muy enrojecida y se podrá notar la presencia de costras o ampollas llenas de líquido.

Quemaduras de tercer grado en gatos

Representan la forma de quemadura más grave que puede sufrir el gato y se reconoce por la lesión blanca o negra, pero sobre todo por el hecho de que el pelo cae fácilmente al primer toque. En casos severos, el gato también puede tener otros síntomas tales como latidos cardíacos rápidos, dificultad para respirar y encías pálidas o blanquecinas.

Cómo prevenir y tratar las quemaduras en gatos

En el caso de una quemadura de primer o segundo grado, antes que nada hay que tener mucho cuidado de reconocer la lesión a tiempo: normalmente el cabello no está visiblemente dañado, pero la piel está enrojecida y esto es precisamente lo que hay que controlar.

Las quemaduras más leves se pueden tratar con bolsas de hielo y agua fría en la parte afectada, para mantenerla sobre la piel felina durante unos 15 minutos.
Para evitar que el gato lama la parte lesionada, es importante cubrir las quemaduras y escaldaduras con gasa esterilizada para fijar con vendas de tela.
Una vez aplicado el apósito, se recomienda que el gato sea examinado por veterinario tan pronto como sea posible.

Para las quemaduras de tercer grado, la situación es más peligrosa, por lo que es importante cubrir inmediatamente la parte afectada con una gasa esterilizada y llevar al gato al veterinario inmediatamente, especialmente si tiene síntomas de shock adicionales como los informados anteriormente.

Quemaduras químicas: como prevenirlas y tratarlas

Nombres de gatos italianos
Tratar a un gato quemado (Foto Pixabay)

Si su gato entra en contacto con una sustancia química peligrosa, podría sufrir una quemadura grave; lo mejor es prevenir el problema, manteniendo pinturas, insecticidas, trementina, gasolina y otras sustancias potencialmente peligrosas fuera del alcance del gato.

Las quemaduras químicas se vuelven aún más peligrosas por los riesgo de intoxicación por gatos: el animal, de hecho, tenderá a lamer el pelo ya ingerir cantidades cada vez mayores de la sustancia tóxica en cuestión.

Si el gato sufre una quemadura química, Es fundamental lavar bien la zona afectada con agua y jabón suave o champú para gatos. Enjuagar bien y repetir varias veces, si es necesario, hasta eliminar por completo residuos y olores. Posteriormente, se puede aplicar un ungüento antibiótico calmante siguiendo el consejo del veterinario.

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CB

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