¿Qué riesgos corren quienes atropellan a un gato y se escapan? Lo que dice la ley
¿Qué riesgos corren quienes atropellan a un gato y huyen sin ayudar? Veamos en qué casos hay sanciones y en cuáles no.
La carretera es un gran peligro para los animales. Los que tienen un gato lo saben bien, más aún los que viven cerca de una carretera muy transitada. En este caso es necesario tener al gato en casa, pero a veces puede pasar que se escape, y lamentablemente el peligro siempre está a la vuelta de la esquina. ¿Qué riesgos corren quienes atropellan a un gato y se escapan? Descubrámoslo juntos.
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Animales víctimas de la carretera
Miles de animales son atacados cada año. En las carreteras todos los días, los animales salvajes y no salvajes permanecen en el suelo. Desafortunadamente, entre las víctimas de accidentes de tráfico también se encuentran nuestros amigos animales. Por supuesto, hay áreas que son objetivamente más peligrosas que otras. Cualquiera que viva en la ciudad o cerca de una carretera con mucho tráfico debe estar siempre alerta.
Mientras el gato se quede en casa, un momento de distracción es suficiente y el gato puede escapar, con todos los peligros que conlleva, sobre todo si no está acostumbrado a estar fuera. Desafortunadamente, entre los diversos peligros está el de la inversión, un fenómeno muy extendido y muchas veces sin culpable en la hipótesis de no ayudar.
¿Qué riesgos corren quienes no ayudan a un gato?
Partimos del supuesto de que conducir es una actividad exigente, en la que no hay que distraerse ni un momento. Muchas veces, a pesar de la atención y la diligencia, no podemos evitar un accidente: lamentablemente, a veces puede suceder que el animal se nos interponga de repente y no podamos evitarlo, a pesar de la velocidad dentro de los límites de la ley.
Sin embargo, el problema surge cuando no se dan primeros auxilios al animal. Advertencia: no rescatar al gato golpeado no es un delito. sin embargo rescatar al animal golpeado es una obligación impuesta dall ‘Arte. 189, co. 9 del código de circulación. Según este artículo, no solo el conductor, sino también los demás ocupantes del vehículo deben brindar asistencia.
El conductor que viola esta regla se topa con uno más que van desde los 422 hasta los 1.694 euros (para los transportados, la multa tiene un importe menor). En resumen, es un infracción administrativa. Además, quien no ayude al animal golpeado, deberá pagar una indemnización por los daños causados por la muerte o lesiones del animal.
Responsabilidad penal
En algunos casos, la inversión también puede ser fuente de responsabilidad penal, cuando se cumplen las condiciones exigidas por la ley. Comencemos con un supuesto: la inversión es una infracción administrativa solo cuando es involuntaria y va acompañada de la falta de asistencia.
Si en cambio la inversión es voluntaria el habla cambia y entran en juego las reglas penales que protegen al animal. Hablemos del arte. 544 bis cp que castiga que mata a un animal sin necesidad y / o con crueldad: y ciertamente es el caso de quienes invierten voluntariamente un gato.
Si el hecho no resulta en la muerte del animal, siempre que la inversión fuera voluntaria, el conductor será llamado a responder por el maltrato a los animales, de conformidad con el art. 544 toneladas cp, con pena de prisión de hasta 18 meses y multa de hasta 30.000 euros.
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Si no hay muerte por negligencia
Afortunadamente, no siempre se omite la asistencia al animal herido. Como se mencionó, la conducción inesperada siempre está a la vuelta de la esquina. A veces puede venir en forma de gato cruzando la calle de repente, y no siempre es posible evitarlo. Lo importante es parar.
Dicho esto, si el inversor brinda ayuda, se excluye la responsabilidad administrativa y penal. Quedan por analizar los posibles perfiles de derecho civil de la pregunta: en resumen, el automovilista debe compensar el dueño del gato?
Este no es el caso: al contrario, según la normativa, es el dueño del gato quien debe indemnizar por los daños causados al coche del conductor. La legislación de referencia es el art. 2052 cc, o los «Daños causados por animales». Según normativa el dueño del animal es responsable de los daños ocasionados por el mismo, aunque se pierda o se escape, salvo en la hipótesis en la que lo pruebe por casualidad.
Pero, ¿qué es el azar? Podemos definirlo como evento excepcional e impredecible, lo que libera al propietario de responsabilidad. Piense en el gato con correa (o en brazos) que, debido a un rayo repentino u otro ruido impredecible, se escapa del control del propietario, cruzando la calle mientras llega el automovilista.
Antonio Scaramozza