Que es la mascota anfitriona: deberes y responsabilidades de esta profesión

La mascota anfitriona es una figura profesional de reciente origen pero en fuerte expansión. Descubramos juntos sus deberes y responsabilidades.

¿Qué es el anfitrión de mascotas?
(Foto de Adobe Stock)

Las mascotas a menudo requieren una presencia constante y, en algunos casos, no se las puede dejar solas. los anfitrión de mascotas es una de las figuras profesionales a las que acudir en estos casos; es una actividad nacida bastante recientemente, junto con la mejora del estado, dentro de la familia, de la mascota. Esto es lo que debe saber al respecto.

Diferencia entre anfitrión de mascotas y cuidador de mascotas

Cuando hablamos de profesiones relativas al cuidado y custodia de la mascota cuando el dueño no puede hacerlo y decide confiarla a terceros, nos referimos al cuidador de mascotas y al anfitrión de mascotas.

Responsabilidad del cuidador de perros (Adobe Stock Photo)
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La principal diferencia entre las dos figuras profesionales, decididamente similares, es que la primera ejerce sus funciones en el domicilio del dueño del animal, la segunda en cambio en su propia estructura, que puede o no ser profesional.

Por otro lado, la mascota anfitriona es una actividad, como se mencionó, de origen bastante reciente. Y si bien es cierto que lo llevan a cabo, quizás como un trabajo ocasional, quienes necesitan redondear (pensemos en la figura clásica del estudiante), cada vez hay más profesionales en el sector; o quienes realicen esta actividad de forma exclusiva o en todo caso de forma predominante.

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Las tareas

los Tareas de una mascota anfitriona consisten en la custodia de la mascota durante el tiempo en que se le encomiende a su cuidado, con el cumplimiento de todas las funciones que sean necesarias para el bienestar de la misma.

Responsabilidad del cuidador de gatos (Adobe Stock Photo)
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Además de la satisfacción de todas las necesidades fisiológicas ordinarias, también se pueden prever obligaciones particulares acordadas con el cliente. Si el anfitrión de la mascota tiene el deber general de controlar la salud del animal, en algunos casos se le puede solicitar al profesional que realice una tarea que va más allá de la diligencia ordinaria.

Las situaciones que pueden ocurrir concretamente son muchas. Es posible que el animal necesite tomar medicamentos a diario o un cuidado más específico, o puede que no sea autosuficiente.

Además del aspecto médico, también consideramos tareas que muchas veces no se consideran necesarias, pero que son muy importantes para el bienestar del animal que se custodia, como, por ejemplo, pasear al perro.

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La responsabilidad

La responsabilidad del anfitrión de la mascota puede tomar forma bajo diferentes perfiles.

veterinario condenado por reciclaje
(Foto Pixabay)

El estándar de referencia sigue siendo elArte. 2052 cc, que establece que la persona que tiene el animal bajo custodia (por lo tanto, no necesariamente el dueño), es responsable de los daños injustos causados ​​a cosas, animales y personas, salvo evidencia de circunstancias imprevisibles; o un evento excepcional e impredecible que absuelve de responsabilidad a la persona a la que se le requirió evitar eventos nocivos imputables al animal.

Además, uno puede emerger responsabilidad contractual, en caso de incumplimiento por parte del profesional de las obligaciones asumidas. En este sentido, es recomendable regular la relación laboral con el anfitrión de la mascota mediante un contrato escrito, que establezca deberes, horarios de trabajo, remuneración y cualquier otro aspecto que se considere relevante.

Por tanto, por ejemplo, el animal doméstico será responsable de cualquier pérdida del animal, o de la administración de medicamentos incorrectos y, en cualquier caso, en general, de cualquier daño causado al animal; así como la responsabilidad del anfitrión de la mascota por la violación de los deberes contractuales, independientemente del daño (por ejemplo, los acuerdos sobre horas de trabajo).

En cualquier caso, siempre es recomendable elegir profesionales del sector; Te recordamos que el Tribunal Supremo ha establecido que confiar el perro a quienes no pueden cuidarlo puede constituir un delito de abandono.

Antonio Scaramozza