¿Pueden los perros comer nueces? Qué saber sobre esta fruta otoñal

Los frutos secos son uno de los manjares de la temporada de otoño: ¿puede el perro comer frutos secos? Aquí está la opinión de los expertos.

¿Pueden los perros comer nueces?
¿Pueden los perros comer nueces? (Foto de Adobe Stock)

Las nueces son una de las frutas más populares de la temporada de otoño. Ideales para acabar con el hambre, son uno de los snacks más deliciosos para disfrutar lejos del primer resfriado del año. Pero tenga cuidado de compartir una comida con Fido sin saber si podría hacerle daño: por ejemplo, el perro puede comer nueces? ¡Descubrámoslo juntos!

Fido y fruta de otoño


Como sabrá cualquiera que tenga un perro, Fido es un gran amante de la fruta. El perro es un animal omnívoro y, por lo tanto, puede comer diferentes categorías de alimentos. Por supuesto, la carne debe ser siempre el núcleo de la dieta ideal de un perro, pero su menú puede enriquecerse con pescado, huevos, verduras y frutas.

Cada temporada tiene sus frutos, y esta es una ventaja adicional para variar adecuadamente la dieta del perro. Sin embargo, Fido no puede comer de todo: hay una serie de frutas prohibidas para el perro. Lo más destacado de la temporada de otoño son los frutos secos, pero incluso en este caso, debe tener cuidado con lo que Fido puede o no puede comer.

¿Pueden los perros comer nueces?

¿Pueden los perros comer nueces?  (Foto de Adobe Stock)
(Foto de Adobe Stock)

Durante el otoño, una de las frutas más consumidas, durante la merienda o al final de una comida, son los frutos secos. Hay algunos alimentos que podemos compartir con Fido, pero este no es el caso: el perro no puede comer frutos secos. Sin embargo, se necesita una explicación más detallada.

La nuez en sí no es venenosa para Fido, a menos que sea alérgico a la fruta. De vez en cuando también es posible que pruebes un pequeño trozo. Sin embargo, los riesgos son demasiado numerosos en comparación con los beneficios nutricionales prácticamente inexistentes; mejor optar por otras frutas.

En primer lugar está el riesgo de asfixia, donde el perro se traga la nuez con la cáscara entera. Este peligro se produce en particular en el caso de que Fido no esté bajo su estrecha supervisión y las nueces estén en un lugar accesible para él.

Las hojas y el tallo de la planta también contienen una sustancia, lo juglone, que es tóxico y puede causar intoxicación canina. Atención a noci de macadamia, que serán totalmente prohibidos. los Fruta es tóxico para el perro: si Fido lo ingiere, puede provocar la muerte.

También te puede interesar: Frutas y verduras de otoño: todas las recomendadas para perros

Qué hacer si el perro ha comido nueces

perro al veterinario
(Foto de Adobe Stock)

Si el perro ha ingerido una o algunas nueces comunes, no debe sentir ninguna molestia, a menos que sea alérgico a la fruta. Si, por otro lado, Fido está enfermo, se deben tomar medidas inmediatas. En el caso de que el perro haya ingerido la nuez incluida la cáscara y se esté asfixiando, es necesario realizar la Maniobra de Heimlich, una técnica de rescate también utilizada para personas.

Es deseable aprender tal maniobra: la asfixia requiere una intervención oportuna y no siempre deja tiempo para transportar al perro a un centro médico para el tratamiento necesario. Si, por el contrario, el malestar del perro se debe a la ingestión del fruto seco, debes contactar con tu veterinario de confianza.

Si el perro ha vomitado, recoge una muestra de la sustancia rechazada: esto facilitará el diagnóstico del profesional, sobre todo si no has visto lo que realmente comió Fido. No pierdas los estribos y anota todo lo que pueda ser de utilidad para que el veterinario comprenda la causa de la enfermedad.

Dependiendo de la gravedad de la situación, el profesional procederá a prescribir el tratamiento terapéutico más adecuado. Como siempre, la prevención es la mejor cura: evita dejar nueces en lugares accesibles a Fido y haz que se acostumbre al sabor de otras frutas que pueda comer en su lugar.

También te puede interesar: Alimentar al perro en otoño: qué cambiar con el primer frío

Antonio Scaramozza