¿Puede el gato tener cosquillas? Que nos interesa saber

¿Puede el gato tener cosquillas? ¿Alguna vez te has preguntado si esta práctica también puede hacer sonreír a tu gato? Averigüemos cuál es la reacción del felino a las cosquillas de nuestra parte.

El gato puede tener cosquillas
(Foto Pixabay)

Hacer cosquillas es una de las cosas que más nos gustan y a la vez nos asusta. Pero, ¿qué es exactamente hacer cosquillas? Es una sensación que surge del contacto de una zona sensible de nuestro cuerpo con las manos u objetos muy ligeros que impactan con un punto delicado. Es una reacción corporal involuntaria que puede resultar en una risa alegre y un movimiento repentino. Algunos amigos animales también lo padecen. Hoy, veamos juntos si el gato puede tener cosquillas.

¿Puede el gato tener cosquillas? La respuesta te sorprenderá

El gato es una persona peluda a la que le gusta mucho jugar y bromear, pero ¿también es capaz de percibir las cosquillas o le es indiferente? Descubrámoslo juntos.

Minino y cosquillas
(Foto Pexels)

Cuando eliges tener un gato en tu vida, debes prepárate para conocerlo mejor cada día que pasa. El felino, de hecho, no es un animal con un comportamiento predecible, siempre sabe sorprender y puede llegar a ser un compañero juguetón, participando en momentos de unión con mucha ilusión.

Muchos piensan que el peludo está demasiado apegado a su autonomía y que le gusta demasiado la vida solitaria, aunque esté en compañía de su amigo maestro. Este no es el caso. Micio se expresa y muestra su cariño y su propio carácter cuando creemos que se está alejando de nosotros.

En realidad, el peludo astuto él sabe hacerse deseado y cómo llamar la atención de su amo. Cuando se trata de tener momentos agradables y divertidos, nunca sabemos si el gato participa en el ambiente y si también se siente alegre. Como otros amigos domésticos, a él también le encantan las caricias y los mimos, pero ¿es capaz de reírse de las cosquillas?

El gato, especialmente cuando todavía es un cachorro, reacciona bien al contacto del ser humano. Le gusta mucho recibir rasguños en el abdomen y la espalda. El contacto de las manos con estas zonas de su cuerpo puede darle placer pero dentro de un límite preciso. Sucede que el felino, habiendo excedido el límite de tolerancia a las cosquillas, puede reaccionar de forma bastante agresiva. El gato se rasca y muerde sin motivo alguno, o puede decidir huir.

Un gatito, sin embargo, puede inicialmente sentirse molesto por el cosquilleo en el vientre, solo para querer una vez más que su humano se detenga. Podemos decir que cada gato es diferente, quizás por raza y también por carácter. También es una cuestión de sensibilidad y gusto.; así como para los juegos, una persona peluda puede o no disfrutar jugando a este o aquel juego.

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El felino y la risa: como puede reír el amigo doméstico

Nuestro amigo de cuatro patas nunca nos defrauda, ​​incluso si le molestan nuestras cosquillas. Es una característica de su naturaleza que podemos aceptar con seguridad. El perrito, entonces, tiene diferentes formas de sonreír y ‘reír’ con nosotros. Esto es lo que son.

El gato y el estímulo de las cosquillas
(Foto Unsplash)

La cara de un gato puede darnos la impresión de ser impenetrable y su mirada, por momentos, casi puede intimidarnos. Sin embargo, debemos intentar ir más allá de esos ojos misteriosos y ser capaces de interpretar sus señales y traducir el lenguaje corporal del gato. Observar bien a nuestro animal es importante, ya que él también puede sonreírnos en algunas situaciones. Depende de nosotros resolverlo.

Por supuesto, el felino no puede sonreír como nosotros ni como puede hacerlo un perro. Son animales diferentes. Pero Kitty sabe cómo mostrarles a sus seres queridos lo bien que está y si está contento con su compañía. Una de las formas más famosas para nosotros es cuando el gato ronronea; es la demostración más segura de sus emociones que puede volverse hacia nosotros.

Incluso a través de los ojos El gato puede comunicarnos serenidad y felicidad. Si las dilata o parpadea lentamente, el peludo está comunicando sentimientos de bienestar y felicidad. La cola del gato habla y es otra poderosa herramienta que comunica su estado de ánimo. Si el gato baja o relaja la cola es como si estuviera sonriendo, porque significa que se siente bien y está feliz.

Estos pequeños gestos importantes, junto con el maullido del gato, lo dicen todo sobre su condición emocional. Si nos damos cuenta un maullido muy alto en el gato, ¡no hay duda de que está feliz de estar en tu compañía!

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Ilaria G