¿Puede el gato comer langosta? Pros y contras de esta comida
Entre los diversos crustáceos que puede comer el gato, ¿incluye también la langosta? Descubrámoslo juntos en este artículo, evaluando los pros y los contras de la comida.
Los gatos, ya sabes, son ávidos de pescado; pero igualmente parecen adorar a los crustáceos. Entre los alimentos que componen la última categoría, ¿Puede el gato comer langosta? Y si es así, ¿cómo? Averigüemos juntos en este artículo, analizando las posibles ventajas y desventajas relacionadas con el consumo de este alimento.
Langosta en la dieta del gato
El dueño de una mascota debe tener especial cuidado en su cuidado. dieta.
El gato no es una excepción; de hecho, si lo desea, requiere aún más concentración. El pequeño felino heredó los hábitos alimenticios de sus antepasados en la naturaleza; cuando, como cazador, tenía que ocuparse de sus propias necesidades.
Por tanto, el animal prefiere muchas comidas pequeñas a lo largo del día, y siempre frescas. Se sabe que el felino puede comer pescado y crustáceos. ¿Cuánto cuesta? ¿Y cual? Por ejemplo, ¿se incluye la langosta entre los crustáceos que puede comer el gato?
La respuesta es absolutamente positiva: el pequeño felino puede ser alimentado con el crustáceo, que posee varias sustancias beneficiosas para su organismo. Un ejemplo es el Omega-3: para nuestro gato es una panacea para las articulaciones, el corazón, la piel y el pelo.
Los beneficios también afectan al sistema inmunológico, que la comida, siempre que esté en las proporciones adecuadas, ayuda a fortalecer.
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Algunos consejos útiles
Llegamos, sin embargo, a las notas dolorosas, o los inconvenientes que se vinculan al consumo de este alimento por parte del felino.
La mayoría de ellos no son inherentes a la alimentación, sino que se derivan del modo de administración. Empecemos por el hecho de que la langosta debe estar cocida: aunque el crustáceo crudo es un manjar para el felino, Cocinando lo limpia de bacterias dañinas para su organismo.
Es casi superfluo agregar, por supuesto, que la comida debe limpiarse de su caparazón; incluso una pequeña parte de ella podría hacer que el felino se asfixiara.
Movámonos a propiedades nutricionales comida. La langosta no es nutricionalmente completa para el gato y, por lo tanto, no puede formar parte de su menú de forma permanente. Normalmente, dado el costo de la comida, el problema no debería surgir. Sin embargo, cabe señalar que el gato era y sigue siendo un carnívoro obligado.
El pequeño felino necesita determinadas sustancias que solo la carne es capaz de aportarle de forma exhaustiva: la importancia de la taurina en los gatos está más que bien establecida. Por tanto, la comida debe administrarse en pequeñas dosis, ocasionalmente, durante la merienda.
Cuando se cocina, la langosta pierde algunos de los nutrientes que normalmente ofrece; pero como se ve por las razones anteriores, el gato no puede comerlo crudo.
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Además, el consumo habitual del alimento podría resultar nocivo, a largo plazo, por otro motivo: los gatos que los humanos serían más propensos a la acumulación de metales pesados presentes en los crustáceos debido a la contaminación de las aguas marinas; aunque este último punto no es una verdad pacífica en la literatura veterinaria.
Finalmente, un consejo útil para todas las estaciones: antes de dejar que tu gato pruebe un alimento nuevo, siempre puedes pedirle consejo a tu veterinario de confianza.
Antonio Scaramozza