¿Puede el gato comer escarola? Beneficios o inconvenientes
¿Puede el gato comer escarola? Veamos cuáles son los posibles beneficios o riesgos que se relacionan con el consumo de esta hortaliza.
No es raro encontrarnos en la mesa y querer compartir nuestra comida con el gato o el perro.
Sin embargo, sabemos muy bien que no todos los alimentos son adecuados para el cuerpo de nuestro amigo de cuatro patas.
En este sentido, podemos confirmar, por tanto, que en todas las categorías de diversos alimentos existen productos que pueden estar presentes o no en la dieta de nuestro gato.
En este artículo intentaremos entender si el gato se puede comer la escarola, alimento perteneciente a la categoría vegetal.
Además, sepa si y cuáles son los posibles ventajas o desventajas de esta verdura.
¿Puede el gato comer escarola?
Las escarolas son verduras que tienen hojas características anchas, onduladas o ligeramente rizadas, superpuestas para formar un corazón llamado «corazón».
Son parte de de la familia Asteraceae y existen en diferentes variedades que se distinguen entre sí por el tamaño de la cabeza. Son ricas en vitaminas, sales minerales y tienen una suave acción analgésica y relajante.
Gracias al alto contenido de agua (superior al 90%) también resultan muy refrescante.
Las escarolas proporcionan fibra útil al gato contra el estreñimiento, además de aportar carbohidratos y minerales. Para que sean más digeribles, es recomendable administrar escarola cocida, escaldada en agua, antes de ofrecérsela al gato.
yo ventajas que las escarolas pueden dar tanto a humanos como a gatos son:
- promover la digestión;
- purificante e hidratante;
- contrarrestar el colesterol;
- regular la presión arterial;
- contrarrestar la aparición de diabetes mellitus;
- están indicados para personas con enfermedades metabólicas;
- rico en riboflavina.
Sin embargo, como todos sabemos, cada animal es diferente de otro y por lo tanto es posible que su gato pueda sufrir alergias e intolerancias cuya existencia a menudo se desconoce.
De hecho, los expertos sugieren que contacta a tu veterinario para saber en este caso concreto si tu gato puede comer escarola o crear algún problema gastrointestinal.
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Verduras para el gato
El gato nació como un animal carnívoro. pero con el tiempo con la transición de gato salvaje a gato doméstico también ha logrado aceptar alimentos de origen vegetal.
En particular, si el animal está acostumbrado desde una edad temprana inmediatamente después del destete a un régimen de alimentación que pueda incluir todos los alimentos saludables y nutritivos.
Una fuente de alimentación variado y equilibrado para el gato debe incluir: lípidos, proteínas, minerales, vitaminas y agua.
Estos valores también están presentes en las verduras, que ofrecen a los gatos diversos beneficios como:
- buen funcionamiento del tracto gastrointestinal;
- promover su capacidad de hidratación;
- favorecen la velocidad de tránsito de los alimentos;
- promover la funcionalidad del tracto digestivo.
¡Advertencia! No olvidemos eso las verduras solo pueden ser un complemento de la dieta del gato y que no todas las verduras están permitidas al animal.
En efecto algunas verduras son tóxicas para los gatos y como tales deben evitarse, por ejemplo: cebolla, ajo, tomates verdes, patatas crudas o verdes, chalotes y puerros.
¿Y las endivias? ¿Puede el gato comer escarola? Averigüemos en el siguiente párrafo.
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Riesgos
Como mencionamos anteriormente, no exagere la administración de ciertos alimentos.
Ya que, por muy nutritivos y útiles que sean para el ser humano, el exceso puede provocar un estado de malestar en el animal y generar problemas gastrointestinales en el gato.
Sin embargo, cuando ofrecemos un nuevo alimento a nuestra mascota por primera vez, los expertos recomiendan administrar el producto en pequeñas dosis.
Este modo de distribución nos permite poder entender si el gato es alérgico o intolerante a lo que le hemos ofrecido o simplemente puede que no le guste al animal.
En el primer caso, el animal mostrará señales muy evidentes, a través de las cuales podríamos darnos cuenta de que el cuerpo del gato no tolera ese alimento específico.
Los síntomas pueden ser los siguientes:
- vómitos en ayunas temprano en la mañana;
- flatulencia;
- picar;
- enrojecimiento;
- seborrea;
- dermatitis;
- lamiendo la pata;
- seco y opaco;
- diarrea o estreñimiento en gatos.
Ante estos síntomas tan específicos, es necesario llevar al gato al veterinario y dejar que el médico intervenga, antes de que las cosas se precipiten.
Raffaella Lauretta