Protuberancia debajo de la piel en los gatos: que puede ser esta hinchazón y cuando preocuparse

¿Un bulto, una bola de grasa o un bulto debajo de la piel del gato que esconde un problema de salud más grave? Qué saber sobre estas formaciones de piel felina.

Golpe debajo de la piel en el gato
(Foto de Adobe Stock)

Para todos los dueños, la salud de su gato debe ser una prioridad: a veces las señales que nos envía su cuerpo son difíciles de captar, mientras que otras veces sucede que el problema es claramente visible a los ojos. Especialmente si se trata de un bulto debajo de la piel en el gato, es obvio preguntarse cuál es el origen de esta formación subcutánea. No necesariamente tienes que pensar en algo malo, pero es recomendable hacer las investigaciones necesarias para averiguar algo más.

La piel del gato ‘nos habla’: como entender que problema tiene

Gato en primer plano
(Foto Pixabay)

Cuando el problema afecta a la piel del gato conviene distinguir el doble naturaleza posible de la misma: externo o interno. En el primer caso estamos hablando de infecciones por el ataque externo de agentes parasitarios, pulgas y garrapatas, que atacan la piel del gato y la penetran provocando infecciones.

En el caso del origen interno del problema, es probable que las pistas nos lleven a problemas de salud como: micosis, acné felino, abscesos y, en el peor de los casos, tumores.

Algunas enfermedades de la piel no son infecciosas, por lo que no es probable que sean contagiosas. Algunos localizados dan entonces una excelente respuesta a los tratamientos, aunque es necesario actuar a tiempo. Normalmente la zona afectada por el problema lleva al gato a lamerse y rascarse: por eso también prestamos atención a su actitud obsesivo-compulsiva contra su propia piel (si se rasca o lame demasiado).

Protuberancia debajo de la piel en gatos: todas las hipótesis posibles

Golpe debajo de la piel en el gato
(Foto de Adobe Stock)

¿Hemos notado un bulto debajo de la piel, un bulto o una especie de bola de grasa subcutánea en nuestro querido felino? De hecho, puede suceder que a la hora del baño, del baño o simplemente acariciarlo notamos este pequeño crecimiento en la piel del gato. No tenemos que pensar en algo malo de inmediato, porque a veces la causa puede ser más «trivial» de lo que parece. Aquí están todas las hipótesis sobre la naturaleza del bulto subcutáneo en nuestro querido felino doméstico.

  • Picaduras de insectos: Empecemos por la causa más ‘tonta’, que es la que ve la inflamación de la zona por picaduras de insectos en el gato. A menudo puede suceder en verano, pero no solo, que el gato sea víctima de mosquitos, abejas, avispones, etc. Suele desarrollarse un enrojecimiento más o menos extenso (erupción cutánea) pero también protuberancias, similares a burbujas, que crecen debajo de la piel y que, si no se tratan, pueden infectarse fácilmente.
  • Garrapatas: si el gato está acostumbrado a frecuentar espacios verdes y lugares al aire libre, puede convertirse en presa fácil de estos ácaros. Penetran la piel del gato para succionar sangre, y este mismo proceso hace que la piel se hinche en ese mismo lugar. Aunque el ataque de pulgas y garrapatas a perros y gatos es sencillo de prevenir e incluso curar, es recomendable realizar más pruebas para evitar que estos ácaros hayan transmitido la enfermedad de Lyme al gato.
  • Absceso por trauma: Cuando se golpea al gato o se daña su piel, el área puede infectarse e hincharse en forma de un bulto debajo de la piel. Esa parte, además de picar, también puede causarle dolor al gato cuando intentamos tocarlo. Si hay una infección, es probable que su veterinario recomiende el uso de un antibiótico.
  • Acné: ¿los gatos también tienen granos como los humanos? Aparentemente sí. Y las áreas ‘favoritas’ son el acné felino, de hecho, el hocico y la nariz. Estos puntos negros se vuelven rojos cuando se inflaman debido a una infección.
  • Tumores benignos: podrían ser formaciones debido a lipomas, también conocido como bolas de grasa. No hay un área predefinida para que aparezcan estas bolas, pero no se requiere cirugía para quitarlas. Afortunadamente, los veterinarios ahora usan la aguja de aspiración para ‘succionar’ el contenido y quizás analizarlo con una biopsia. Entre los tumores benignos también está el tumor de mastocitos, al menos al principio: hay que mantenerlo bajo control porque podría convertirse en un tumor maligno.
  • Tumores malignos: entre estos se encuentran el fibrosarcoma y el de las glándulas mamarias. El primero rara vez se relaciona con la inyección de la vacuna, porque la mayoría de las veces puede surgir en cualquier parte del cuerpo; en el segundo caso, las protuberancias están cerca de las glándulas mamarias.

En cualquier caso, cuando notamos un bulto debajo de la piel en el gato o cualquier otro crecimiento extraño en su cuerpo es recomendable someterlo a una visita al veterinario para descartar las peores hipótesis y tomar medidas.

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Francesca Ciardiello