Proteger las patas del gato del calor: los peligros del verano al aire libre
El verano es un buen momento, pero existen muchos peligros para nuestras mascotas. Las patas de gato son muy sensibles al calor y arriesgan mucho.
Una de las partes más lindas y lindas de un gato son las patas. Pero no solo son tan adorables, son extremadamente interesantes por lo elaborados que son. Sus almohadillas tienen una gran cantidad de receptores nerviosos, que los gatos usan para equilibrar y cazar a sus presas. Además, el hecho de que haya tantos receptores nerviosos hace que las patas de nuestro gato sean extremadamente sensibles. Pero precisamente por la alta sensibilidad que los distingue, las patas del gato son muy sensibles a la presión, el dolor y las temperaturas, sobre todo en verano con el calor. En el exterior, los gatos pueden sufrir quemaduras graves y, si el suelo o el asfalto sobre el que caminan está muy caliente, podrían sufrir daños en los nervios.
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Cómo proteger las patas del gato del calor
Ya hemos explicado en el pasado que Es mejor tener un gato viviendo en el interior, dejándolo salir solo cuando pueda estar seguro y controlado., y siempre en entornos limitados como patios o jardines cerrados. La vida en el exterior está llena de peligros, aunque un gato, como buen explorador y cazador, siente su llamada primitiva.
Una buena forma de mantener a tu gato adentro y dejarlo salir un rato tal vez sea instalar una carpa en el jardín, o una cerca, para que nuestro gato juegue con la máxima seguridad sin perder de vista y sin preocupaciones.
Pero de todos modos, cuando nuestro gato está al aire libre debemos cuidarnos de mantener sus patas a salvo del calor. El asfalto caliente, el pavimento sobrecalentado y cualquier otro tipo de superficie pueden dañar sus delicadas almohadillas.
Fortalecer y cuidar las patas.
Porque las patas del gato son tan sensibles, es importante encontrar formas de fortalecerlos y mantenerlos siempre curados y a salvo del calor (y no solo). La mayoría de los gatos que viven al aire libre suelen tener almohadillas más resistentes que los que tienen un gato que vive solo en la casa, porque se fortalecen con el tiempo.
Pero no es imposible mejorar la adaptabilidad de las patas del gato para la vida al aire libre, y así hacerlas más resistentes. Con un poste rascador rugoso o una superficie donde su gato pueda frotarse las patas, será fácil para sus rodamientos ganar más fuerza.
Y obviamente, la protección de las patas de nuestro gato es fundamental. Puede que no esté muy contento de tener una crema untada en las patas, pero un bálsamo que puede combatir las quemaduras y el agrietamiento de la piel y protegerlas del calor es muy útil.
Hay muchos bálsamos para patas, aptos para mascotas (tanto perros como gatos) porque sin sustancias tóxicas para nuestros peludos. También son muy útiles en invierno, para proteger las patas de nuestras cuatro patas del frío, el hielo y la sal que se pueden encontrar en el suelo.
Otra cosa fundamental es limpiar y revisar diariamente las patas de nuestro gato. Después de que ha estado afuera Es importante comprobar si hay signos de daño en las almohadillas y las piernas., o si hay escombros atorados entre sus dedos. Limpiamos suavemente las patas y aplicamos el acondicionador de nuevo si es necesario.
Este tipo de control para el cuidado de las patas de nuestro gato no solo se debe realizar si el gato vive fuera: incluso si un gato vive solo en interiores, puede enfrentar algún peligro para sus patas, ya que los usa para tantas cosas y siempre tienen que estar en perfecto estado.
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Revisa las superficies sobre las que camina tu gato
Si es posible, sería mejor que nuestro gato no camine sobre una superficie que tiende a calentarse (piso, asfalto, baldosas y materiales similares), pero que permanece en el césped. Evidentemente no todo el mundo puede hacer que el gato se quede exclusivamente sobre una superficie que no se caliente, pero si es posible es mejor utilizarlo.
Otro buen aliado en el jardín puede ser un cenador para gatos (un «Catio»), como ya hemos señalado cuando hablamos de la vida al aire libre para un gato que vive en casa. Evite que su gato tenga acceso a suelos muy calientes, es la forma más sencilla de evitar daños en almohadillas y patas.
Además, cuando nuestro gato está afuera siempre debe tener un área protegida y sombreada disponible, donde pueda descansar y refrescarse pero siempre a una distancia cercana para mantenerse bajo control. También hay muchas almohadillas de enfriamiento para mascotas, ¡que pueden ser realmente interesantes para nuestro gatito!
Tener una zona de enfriamiento puede ayudar no solo a proteger las patas de su gato del calor, sino también a evitar otros posibles problemas de verano como la deshidratación y la insolación. En verano, es esencial tener un poco más de control sobre tu gatito cuando está al aire libre. Si notamos algún signo de calor excesivo en el gato, lo llevamos adentro de inmediato para asegurarnos de que no se encuentre con algo serio.
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