¿Por qué maúlla el gato cuando ve a su dueño? 6 razones principales

¿Tu gato maúlla cuando te ve y no sabes lo que quiere decirte? Aquí hay 6 posibles explicaciones para su maullido: depende de nosotros entender cuál es su mensaje.

El gato maúlla al dueño: ¿qué quiere decirnos?

Además de ser un animal independiente y muy expresivo a través del cuerpo, el gato es capaz de transmitir sus estados de ánimo incluso con maullidos. Depende de nosotros reconocer sus necesidades cuando nos llega ese sonido sutil, agradable, pero a veces insistente. El gato puede ser empujado por varias razones a comportarse así: ciertamente quiere que entendamos algo, y si movimientos de su ágil cuerpo y cola, ayuda con el maullido. Aquí están las principales razones detrás del grito del gato cuando nos ve.

El lenguaje del gato

A medida que avanza la convivencia, notaremos que nuestro gato adopta métodos cada vez más claros para hacernos entender cuáles son sus necesidades. Al ser un animal muy inteligente, el gato ha entendido que un movimiento del cuerpo o los movimientos de la cola corresponden a acciones de nuestra parte. El maullido es parte de este lenguaje y ciertamente quiere animarnos a hacer algo por él, llamando nuestra atención con un sonido persistente y a menudo ensordecedor.

El gato maúlla

El verso no es siempre el mismo, pero varía según el tipo de comunicación que quiere regalarnos. Es importante saber reconocer el centeno que nos envía nuestro amigo de cuatro patas. Por supuesto el gato varía el volumen y modula el tipo de maullido de acuerdo con sus necesidades y esperando una acción de respuesta de nuestra parte: ya sea un gesto o una acción hacia él, o celos y amenazas, estos son los significados del llanto del gato.

El nos esta saludando

Similar al repentino timbre de un teléfono, el gato nos ve y se acerca con un grito sonoro. Es su forma de despedirse: está contento de vernos y quiere avisarnos, sobre todo si esto sucede después de varias horas de ausencia. Es la forma en que el gato nos muestra su cariño.

Él tiene hambre

El maullido corto, parecido a un gemido, es un sonido lento pero rápido. Nace cuando el gato tiene hambre y le gustaría de inmediato que se satisfagan sus necesidades. Los gatos son animales extremadamente habituales ya menudo, en la agitada vida diaria, podemos olvidarnos de sus necesidades. ¿Estamos realmente seguros de que hemos llenado el cuenco con su comida para bebés?

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Es malo

A veces el maullido puede ser salida de un malestar interior y un estado físico comprometido. Si el gato está enfermo, el sonido hacia abajo es bastante oscuro y sobre todo prolongado. El maullido de dolor es muy similar al gemido del humano que quiere llamar la atención para pedir ayuda. Tan pronto como reconocemos este versículo en particular tratamos de entender lo que tiene y, en caso de que realmente no podamos, es recomendable llamar al veterinario inmediatamente.

El quiere hablar

Muchos dueños de gatos admiten haber hecho agradables y largas charlas con tu gato. Sin duda es un diálogo muy especial, en el que el gato responde al sonido de la voz del maestro con maullidos cortos y resonantes. Es su forma de mantenerse en contacto con nosotros y hacernos saber lo bueno que es pasar tiempo con nosotros.

Quiere animarnos a hacer algo por él.

El maullido también puede estimularnos a hacer algo por él: un paseo con el gato podría ser la petición, o él nos está pidiendo que lo hagamos. déjalo libre para hacer algo que normalmente prevenimos. En definitiva, cuando el gato quiere que hagamos algo por él o no quiere renunciar a una acción que no suele ser buena para nosotros, como subirse a la mesa o la cama, aquí empieza a quejarse.

Se aburre estar solo

¿Cuántas veces nos ha pasado cerrar la puerta detrás de nosotros y escuchar una especie de llanto de nuestro gato? Aquí, esta es una de las formas en que tiene que expresar el aburrimiento o incluso la sufrimiento de quedarse solo. Aunque son animales muy independientes, a menudo no les gusta la soledad y no les gustaría que los dejaran solos en la casa durante demasiadas horas. Cuando esto sea inevitable, podemos solucionar el problema con otras ‘medidas’: llenar la casa de diversiones y juguetes para el gato que encontramos fácilmente en el mercado. En conclusión crear distracciones que hacen que nos extrañe menos.

Un último consejo útil

Si ninguna de estas razones enumeradas anteriormente parece ser la correcta, es probable que haya algo más serio ‘debajo’. Si notamos que el gato sigue maullando sin cesar cuando nos ve pero no entendemos por qué, pedimos la opinión de los expertos o un etólogo. Le resultará más fácil analizar nuestro caso y encontrar una solución a nuestro problema ‘ensordecedor’.

FC