Por qué el perro se apega a los humanos

@Imágenes falsas
@Imágenes falsas

De vez en cuando, presento los resultados de una nueva investigación sobre el reino animal, con la intención de desentrañar los misterios del universo de algunas especies y su lenguaje.

Una de las ramas que sin duda más fascina, es la dirigida a nuestras mascotas y en concreto a los perros. Luego del estudio que demostró que el perro «ama» al dueño en todos los sentidos, de la misma manera que el hombre percibe este maravilloso sentimiento, gracias a la contacto visual que provoca un aumento de la hormona oxitocina, aquí llega una nueva investigación de México que explicaría por qué los perros son tan aficionados a los humanos.

La lealtad de un perro se demuestra por el hecho de que nuestro leal compañero de cuatro patas llega a reconocer el malicioso hacia sus amos y el emociones humanas, también esforzándome por entender palabras humanas. Un mundo que nos fascina tanto que una rama de la investigación tecnológica tiene como objetivo traducir no solo las emociones y comportamientos de nuestros peludos, como sus pensamientos también.

Un estudio publicado en el revista especializada MÁS UNO, realizado por investigadores mexicanos, quería explicar por qué los perros se apegan tanto a los humanos.

Los investigadores examinaron la actividad de la corteza temporal (específica de los mamíferos) de un Golden Retriever, un Labrador y cinco Border Collies mediante imágenes de resonancia magnética funcional (RMF o fMRI), sometidas a la visión de una serie de imágenes.
En total, se presentaron cincuenta fotografías que incluían rostros humanos y los de sus maestros. Otra serie de cincuenta imágenes representaba únicamente objetos de su vida diaria, como la correa, el cuenco, el collar o los juegos.

De esta forma, los investigadores observaron la actividad cerebral de los perros que resultó ser más intensa al mirar rostros humanos, especialmente si eran sus dueños.

«Tanto a nivel de la reacción química de la hormona oxitocitina como a nivel cerebral, en la actividad eléctrica de la corteza temporal, estos dos niveles permiten al perro memorizar y atrevimiento un significado afectivo a los rostros de los humanos ”, concluyeron los investigadores.