¿Por qué a los gatos les gusta estar al sol? Riesgos y beneficios de este hábito
Una de las características más conocidas de los gatos es acostarse y holgazanear en los días calurosos. Pero, ¿por qué a los gatos les gusta estar al sol? ¿Existe algún riesgo para su salud?
Los gatos son muy predecibles. Cada mañana nos despertamos y ya sabemos que Micio estará tumbado bajo la ventana, absorbiendo la luz del sol, o tal vez otro día prefiera los rayos del sol de un tragaluz en el techo. Con todo su pelo, podríamos pensar que los gatos se calientan, especialmente en los calurosos meses de verano, pero nunca dudan en tomar el sol. Pero, ¿por qué a los gatos les gusta estar al sol, especialmente en los días calurosos? ¿Y no dañará su salud? Descubramos los motivos de este hábito, pero también los beneficios y riesgos para el bienestar de nuestro gato.
A los gatos les gusta estar bajo el sol, ¿por qué?
La mayoría de las personas en la casa tienen una temperatura entre 21 ° C y 27 ° C. Consideramos que este es un nivel de comodidad perfecto para los humanos, pero nuestros amigos felinos no están de acuerdo.. Les encanta el calor y siempre buscarán lugares soleados para obtener calor adicional. ¿De dónde sacan esta motivación para encontrar el sol?
Los felinos, absolutamente maravillosos, viven en estado salvaje, en casi cualquier clima. Basta pensar en los leopardos de las nieves, que viven en las montañas altas y escarpadas de Asia central, y en los leones de los desiertos africanos. Y aunque estos primos varían en sus preferencias climáticas, todos pueden disfrutar de una agradable siesta bajo el sol.. Al igual que sus parientes salvajes, nuestros gatos domésticos buscan lugares en nuestros hogares donde puedan disfrutar de temperaturas cálidas.
En primer lugar, hay un factor genético: antes de que los domesticamos, los gatos vivían en áreas cálidas o desérticas; ahí es donde desarrollaron una alta tolerancia al calor. En este momento de la historia, la mayoría eran de pelo corto y corpulentos, lo que permitía a los gatos estar cómodos incluso a altas temperaturas. Pero hoy en día, como hay tantas razas de gatos diferentes, su necesidad de calor varía. Por ejemplo, un persa de pelo largo no necesitará tanto sol como un siamés de pelo corto.
Sentirse bien
Para los gatos, sentirse caliente significa sentirse seguro. El esplendor de un gato sonriendo en una siesta soleada lo dice todo sobre su felicidad. El calor del sol puede hacer que evitemos aquellas áreas de la casa que se calientan durante las horas pico, pero los gatos las encuentran relajadas.. El sol también puede ayudar a los gatos a regular su temperatura corporal. Sabemos que la temperatura corporal normal de un gato, 39 ° C, es más alta que la nuestra, 37 ° C. Y si los gatos pueden adaptarse a muchos entornos, deben mantener la temperatura corporal en un rango normal.
Podríamos notar que nuestro gato busca sustitutos de la luz solar cuando surge la necesidad de calentarse, por ejemplo por la noche. Un gato de apartamento puede desaparecer durante las horas de la noche, pero normalmente lo podemos encontrar acurrucado cerca del radiador para robar algo de calor.
Ahorro de combustible
El alto metabolismo de un gato también puede explicar su ansia de calor. La temperatura de un gato desciende mientras duerme. Como mamífero, necesita cierta cantidad de energía para mantenerse caliente y cómodo mientras realiza su sueño reparador. La temperatura corporal de un gato desciende ligeramente mientras duerme, por lo que es fácil encontrarlos acurrucados en un rincón cálido para ahorrar energía.
Mientras nuestro gato de pelo corto toma el sol para mantenerse caliente, también conserva energía. La luz solar ayuda a superar una caída en la tasa metabólica basal asociada con «apagarse» durante el sueño. La energía acumulada se puede utilizar posteriormente para muchas actividades físicas, como correr y saltar sobre muebles, subir perchas o escaleras. En la naturaleza, los gatos usan esta energía reservada para trepar a los árboles y cazar.
Dado que un gato puede no tener suficientes calorías para satisfacer todas sus necesidades energéticas, tumbarse al sol y calentarse es una forma fácil de regular la temperatura corporal. De esa manera, pueden mantenerse calientes sin usar las calorías de sus alimentos para mantenerse cómodos. Otra razón por la que a los gatos les gusta estar al sol.
Y si los humanos amamos el frescor del aire acondicionado en un día caluroso, nuestros gatos pueden protestar, tratando de escapar del aire frío. Podemos encontrar gatos en un montón de mantas, o trepar para conseguir ese calor que sube. Los ambientes cálidos que nos resultan incómodos pueden complacer a nuestros gatos.
De hecho, una temperatura exterior cálida significa para un gato que su cuerpo no tiene que esforzarse tanto para mantenerse caliente.. Es por eso que veremos a un gato moverse de un punto a otro a medida que la luz del sol se mueve sobre la alfombra o el piso: seguirá el calor para mantener su consumo de “combustible” al mínimo.
Algunas precauciones
A los gatos les gusta estar bajo el sol, pero hay límites. Nunca debemos dejar al gato en el coche en un día caluroso. Esto puede convertirse rápidamente en una situación potencialmente mortal.. En los meses de invierno, asegúrese de que los gatos, especialmente los gatos sin pelo y al aire libre, tengan una forma de mantenerse calientes. Pueden ocurrir consecuencias graves si su temperatura corporal cae por debajo de los 38 ° C.
Si notamos signos de hipotermia, como dificultad para respirar, piel fría, debilidad general, rigidez muscular, escalofríos, pupilas dilatadas y problemas cardíacos y respiratorios, se debe contactar al veterinario inmediatamente. Por último, es importante alimentar a nuestro amigo de cuatro patas con una comida para gatos de alta calidad, que le proporcionará el combustible necesario para mantener una temperatura corporal saludable.
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Fabrizio Burriello