Perros distinguen acciones intencionales de involuntarias: estudio

Increíble pero cierto: un estudio ha demostrado que los perros pueden percibir la diferencia entre acciones involuntarias e intencionales.

Perros acción involuntaria intencional
(foto de pixabay)

Nuestros amigos de cuatro patas no dejan de sorprendernos: la investigación científica ha descubierto que yo los perros conocen la diferencia entre acciones intencionales y no intencionales. Averigüemos más sobre esta fascinante habilidad de Fido.

¿Acción intencional o no intencional? fido te lo dice

¿Alguna vez has pisado accidentalmente la cola de un bebé peludo?

Queratitis superficial cronica en perros
(Foto Unsplash)

Estamos seguros de que, acto seguido, le pediste disculpas al pobre amigo de cuatro patas, explicándole que no lo habías hecho a propósito.

No te preocupes, Fido lo sabe bien: al fin y al cabo, un estudio realizado por un equipo de científicos alemanes y publicado en la revista científica Informes científicos mostró que los perros saben cuándo nuestras acciones son intencionales y cuándo no intencionales.

Para probar su hipótesis de investigación, los investigadores realizaron un experimento con 51 perros.

La prueba se basó en un paradigma conocido como No dispuesto vs incapazya experimentado con animales como loros, monos y caballos.

Se hizo que los bebés de piel entraran en una habitación con una barrera de plexiglás que separaba a los animales del experimentador.

Había una pequeña brecha en la barrera a través de la cual se podían pasar objetos. Específicamente, Fido recibió bocados de comida a través de la abertura.

Después de eso, se pusieron en marcha tres situaciones diferentes:

  • el experimentador sacaba el bocado de la ranura, impidiendo que el perro se lo comiera;
  • el investigador fingió que la comida se le fue de las manos y no llegó más allá de la barrera;
  • el experimentador no pudo pasar la comida porque la rendija estaba bloqueada.

En los tres casos, el bocado se dejaba frente a la barrera transparente, para que el bebé peludo pudiera verlo.

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La reacción del perro.

Dependiendo de si el gesto del investigador fue intencional o no, Fido recibió diferentes reacciones.

El perro estornuda si lo acaricio
(Foto Unsplash)

En el primer caso, cuando el experimentador se negó voluntariamente a darle comida, el perro apareció reacio y desconfiado de él.

Además, trató de agarrarlo él mismo, sabiendo que probablemente se lo quitarían.

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En los otros dos casos, sin embargo, el cuadrúpedo ha entendido que el hecho de no haber recibido el mordisco no dependía de la voluntad del investigador, sino de condiciones externas.

Por tanto, se acercó al experimentador con mayor confianza, mostrándose más tranquilo y paciente que en la situación anterior.