Perro: ansiedad por separación. Cómo reconocerlo y qué hacer

ansiedad de separación

Muy a menudo, quienes tienen una mascota se olvidan de evaluar ciertos síntomas y comportamientos que pueden estar relacionados con una malestar psicológico del animal. Entre los muchos casos, nuestros queridos perros sufren de ansiedad de separación cuando por ejemplo vienen dejado solo por mucho tiempo, o confiado a un ser querido por un período específico, sin mencionar el embarque para animales, que para algunos ejemplares puede llegar a ser un auténtico trauma que raya en el estado de abandono para ellos.

Todos los factores que contribuyen a crear un estado en el perro en el que puede convertirse peligroso: algunas personas peludas de 4 patas, separadas de su compañero humano, también murieron de insuficiencia cardíaca. Es por eso que el síndrome de ansiedad por separación no debe subestimarse y es necesario recordar que el perro es un ser sensible en todos los aspectos como los humanos y que siente dolor y sufrimiento.

Obviamente los síntomas que reportamos serán luego evaluados junto con el veterinario de confianza que deberá descartar otras hipótesis de naturaleza biológica del animal. Entre porque que provocan un estado de ansiedad puede haber dioses trauma que el perro ha sufrido así como el miedo a ruidos provenientes del exterior. O, el comportamiento anormal puede estar relacionado con la dominio: o si el perro ha asumido el papel de líder de la manada en la familia, no acepta que lo dejen en casa. Finalmente, entre los desencadenantes del síndrome de ansiedad por separación puede haber un relación incorrecta entre el dueño y el perro. Según algunas investigaciones en los Estados Unidos, en el 60% de los casos, los dueños de perros no reconocen los trastornos de ansiedad. Además, algunas razas tendrían más probabilidades de sufrir cuando se las deja solas, como los labradores y los border collies.

Síntomas de ansiedad por separación

Aquí hay una pequeña lista para comenzar a identificar y comprender los síntomas del estado de ansiedad por separación de su perro y algunos consejos para reeducarlo.

Micción y defecación

Cuando el perro se encuentra en un estado de ansiedad comienza a orinar o defecar de forma inadecuada y en lugares cuando se separa de su dueño. Sin embargo, si su perro orina o defeca de forma extraña en presencia de su dueño, no es ansiedad por separación.
Entre otros síntomas, cuando se separa de su dueño, los perros tienden no solo a defecar de forma inusual, sino también a comerse sus propios excrementos.

Ladrando, lloriqueando y aullando

Entre otros síntomas de ansiedad, el perro ladrará o aullará persistentemente cuando se lo deje solo o lejos de su dueño. Un comportamiento que solo se debe a la separación de su compañero humano.

Masticar, cavar, triturar y autolesionarse

Los perros con ansiedad por separación desarrollan ciertos comportamientos obsesivos como masticar objetos, enfurecerse contra marcos de puertas o alféizares de ventanas, o destruir objetos esparcidos por la casa como muebles, alfombras y objetos personales del dueño. El perro también tiende a rascar obsesivamente la puerta de entrada y a crear heridas al morder. Estos son comportamientos autolesivos que no ocurren en presencia del propietario.

Huye, camina arriba y abajo

Otro comportamiento anormal del perro en estado de ansiedad es el de salir corriendo de casa en ausencia del dueño. Evidentemente, esto no sucede cuando el propietario está en casa. O el perro comienza a caminar obsesivamente arriba y abajo por un camino específico o en forma circular. Algunos ejemplares incluso caminan de un lado a otro en línea recta. En otros casos, no se mueve desde el vestíbulo o las ventanas.

Otros sintomas

Otros síntomas incluyen la posibilidad de que el perro rechace la comida y el agua, vomite o tenga diarrea, y pueda comenzar a inquietarse cuando se dé cuenta de que su dueño está a punto de salir de la casa.

¿Qué hacer?

Para solucionar el estado de malestar del perro, existen una variedad de métodos que van desde la farmacoterapia hasta una vía de reeducación conductual de la que informamos algunas sugerencias.

– no saludes al perro cuando salgas de casa para no enfatizar el momento;
– no muestre un entusiasmo exagerado a su regreso;
– Unos veinte minutos antes de salir de casa y después de regresar, dedíquese a sus actividades cotidianas, ignorando al perro;
– No le hagas caso si ladra, salta o muestra demasiado entusiasmo cuando regresas. Solo empieza a considerarlo de nuevo si está tranquilo;
– Deje algunos juguetes estimulantes para el perro antes de salir;
– No regañes al perro si ha hecho algún desastre en tu ausencia. El perro relacionará la reprimenda con las horas pasadas en su ausencia y reaccionará con más ansiedad;
– Entrene al perro para que ordene “¡quédese!”, Alejándose cada vez más y recompensándolo cuando logre cumplir la orden;
– Asegúrate de que el perro no asocie los típicos ruidos y gestos de salir con tu ausencia, acostumbrando al perro a verte mientras haces los gestos habituales de cuando te preparas para salir. Es decir, ponte el abrigo unos minutos y juega con las llaves de la casa o lleva tu bolso.

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