No a los delfines nacidos en cautiverio: Francia hacia un estado más civilizado

Un hermoso paso adelante, un punto de inflexión histórico el aprobado por el parlamento francés que estableció la prohibición de la cría en cautividad de delfines y orcas. Además, la ley ha eliminado el derecho a mantener en cautiverio a ballenas, delfines y marsopas, a excepción de las orcas y los delfines mulares que ya están presentes en las instalaciones actualmente abiertas.

Según informes de los medios franceses, la medida inicialmente se refería a algunas regulaciones, en cuanto a la limitación del cloro para el tratamiento del agua y el contacto directo entre los especímenes acuáticos y el público. Sin embargo, en el último minuto se habría insertado la medida, aplaudida por activistas y organizaciones de derechos animales.

La asociación italiana Be Animals definió la legislación francesa como «una nueva esperanza para todos los animales encarcelados en los parques acuáticos franceses», invitando al gobierno italiano a seguir el ejemplo de Francia.

«El texto reglamentario no se detiene ahí: de hecho, el contacto directo entre animales y personas está prohibido (en consecuencia ya no se permitirá, por ejemplo, nadar con delfines), y para todas las estructuras será obligatorio contar con tanques significativamente más grandes» , escribe To Be Animals, recordando que «obligar a un animal a vivir en unos pocos metros cuadrados durante toda su vida es un acto de extrema crueldad y esperamos que reglas como la francesa, que demuestran una nueva atención a la etología y el derecho a el bienestar animal son los primeros pasos hacia un futuro de total libertad para todos ”.

Lo mismo Ségolène Royal comentó en su perfil de Twitter el éxito de la ley, destacando su deseo de “luchar contra el maltrato a los animales. Comenzando a prohibir prácticas traumáticas en delfines en cautiverio ”.

Los delfinarios, como los circos, son un sistema basado en la explotación de animales para el entretenimiento. Pero lo que hay detrás apenas se cuenta a partir de la caza de delfines en Japón, en la bahía de Taiji, donde no solo se capturan ejemplares destinados al sector alimentario sino que belli se venden a precios exorbitantes a acuarios y delfinarios de todo el mundo.

Un gran paso hacia el final de los #delfinarios : El decreto publicado tiene en cuenta la prohibición de reproducción de #dauphins. pic.twitter.com/pkIPr3ia1P