Muere uno de los últimos tres rinocerontes que quedan vivos en una reserva natural en Malasia
Una noticia triste es la pérdida de Puntung, uno de los últimos tres rinocerontes de Sumatra, en Malasia. El espécimen de 25 años que sufría de un tumor incurable en la cara fue sacrificado. Desafortunadamente, se trata de especies en peligro de extinción y la preocupación por su conservación va en aumento.
Como era de esperar, la misma Alianza de Borneo Rhino que se ocupa de los rinocerontes dijo en un comunicado que «fue una de las decisiones más difíciles que hemos tenido que tomar, pero la eutanasia se había convertido en la única opción justificable».
Los expertos prefirieron evitar la furia terapéutica sobre Puntung, pensando primero en su bienestar: «Ningún tratamiento la habría aliviado», explicaron los responsables, explicando que la quimioterapia y la cirugía le habrían provocado «más dolor para darle como máximo unos meses en mas que la vida «.
La eutanasia estaba prevista para el 15 de junio, pero en realidad las condiciones de Puntung han empeorado hasta el punto de que el personal veterinario decidió poner fin a su sufrimiento antes de la fecha límite.
«El tumor creció rápidamente, provocando dificultades para respirar al rinoceronte», dicen los responsables del santuario.
La hembra de rinoceronte resultó herida de cachorro por cazadores furtivos, por lo que perdió una pierna y logró sobrevivir en los bosques. Puntung fue recuperado en 2011 y trasladado al Santuario de Rinocerontes de Borneo, dentro de la reserva de Vida Silvestre Tabin en Lahad Datu, donde fue introducido con los otros dos especímenes, un macho y una hembra.
En la reserva, solo dos rinocerontes de Sumatra permanecen vivos en cautiverio, mientras que en toda Indonesia solo hay un centenar de especímenes en estado salvaje, amenazados por los cazadores furtivos. Criar rinocerontes en cautiverio resulta ser una empresa difícil. La población de rinocerontes fue diezmada por el hombre durante la década de 1980, alcanzando una disminución del 90% de los especímenes en veinte años.
No en vano, para contribuir a la conservación de la especie, los ovarios de Puntung serán trasladados a un centro, el Instituto de Agrobiotecnología de Serdang, donde un reconocido profesor y biólogo, Arief Boediono, intentará recuperar la mayor cantidad de óvulos presentes para el su conservación, pero aún no se sabe si pueden utilizarse para la fertilización in vitro.