Megaesófago en perros: causas, síntomas y terapia recomendada
Megaesófago en perros, un trastorno muy peligroso que puede tener consecuencias dramáticas en la mascota. Veamos, juntos, cuáles son las causas desencadenantes, los diversos síntomas que se presentan y la mejor terapia para él.
Cuando decidimos cuidar al amigo de cuatro patas, debemos ser conscientes de que puede pasar, tarde o temprano, verlo sufrir tal o cual dolencia. El perro, como todas las mascotas y no, puede estar sujeto a enfermedades a las que siempre debemos prestar atención y es bueno observar el comportamiento del fido para comprender su estado de salud. Hoy, veamos qué megaesófago en perros y lo importante que es conocer su evolución.
Megaesófago en perros: causas y síntomas
Es un trastorno complejo y peligroso si no se identifica y diagnostica. El megaesófago en perros puede ocurrir en diversos grados en su mascota. Leamos más específicamente aquí en el artículo.
Muy a menudo nuestro perro adopta comportamientos que pueden hacernos preocupar. Al no poder comunicarse con su amo salvo con gestos que son verdaderas solicitudes de ayuda, es fundamental que, para su protección, intente comprender su condición observándolo bien mi notar cambios repentinos en la rutina.
Si notamos, desde hace algún tiempo, que fido comienza a vomitar comida que ya no puede digerir y que tiene dificultad para tragar, estos son signos de advertencia de una posible dolencia presente en él. Podría ser uno enfermedad debilitante llamado megaesófago. Veamos qué es.
El megaesófago en perros es una patología muy grave que puede presentarse en el animal en diferentes etapas y que debe ser monitoreada para evitar consecuencias trágicas. Este término significa una anomalía en el esófago, el tracto que transporta los alimentos desde la boca hasta el estómago. Estamos hablando de una patología compleja, ya que puede ser asintomática.
Las causas que provocan la dilatación del esófago en crédito son tres:
- Congenita: ya que este trastorno puede estar presente en el perro desde su nacimiento, con signos como el rechazo o regurgitación de la comida por parte del cachorro. En este caso se trata de una disfunción neuromuscular en el peludo.
- Adquirido primario o idiopático: ya que la patología ocurre en perros adultos y cuya causa precisa no está clara, quizás debido a la herencia o la presencia de neurotoxinas.
- Secundario adquirido: ya que la enfermedad del megaesófago se produce como consecuencia de problemas neurológicos, metabólicos, tóxicos, infecciosos e inflamatorios.
Síntomas típicos del megaesófago en animales.
Esta patología tortuosa afecta particularmente a las razas de perros grandes, como Labrador Retrievers, Great Dane, German Shepherd, Newfoundland, Shar Pei y Fox Terrier. Cuando se presentan síntomas, uno debe estar atento a signos clínicos como:
- Regurgitación, el síntoma principal, que no está precedido por náuseas o arcadas (es importante diferenciarlo del vómitos en perros). Los alimentos no digeridos se desechan porque no pueden llegar al estómago, debido a la dilatación del órgano.
- Mal aliento en perros.
- Tos de perro.
- Fuerte pérdida de peso.
- Hipersalivación.
- Hambre excesiva.
- Dificultades respiratorias.
- Sibilancias.
Los síntomas tales como dificultad para respirar, tos y falta de aire en el animal surgen como resultado de polmonite la ducha, que implica la regurgitación continua de material alimenticio hacia el esófago.
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Fido y el megaesófago: diagnóstico y terapia ideal
Como hemos visto, el megaesófago en perros es una patología compleja que requiere una observación y un diagnóstico inmediatos. Veamos cuál puede ser el tratamiento adecuado para este grave problema y cómo ayudar a tu mascota.
Si se sospecha megaesófago en perros, esto es importante diagnosticar inmediatamente a través de imágenes de diagnóstico y comprender si es de origen primario o secundario. No existe una terapia definitiva para la patología.
Sin embargo, un tratamiento alimentario específico y el administración de fármacos procinéticos, capaz de estimular la progresión de los alimentos, o el uso de gastroprotectores, capaz de proporcionar beneficios en caso de una mayor inflamación del esófago. Allí cura más útil y eficaz porque fido es cambiar la dieta del perro enfermo. Veamos mejor después.
La correcta ingesta nutricional puede mejorar la delicada condición del perro que sufre de megaesófago. Esta enfermedad se puede tratar con administración de alimentos líquidos o semilíquidos recetado por su veterinario, quien le aconsejará que le dé a su perro pequeñas comidas a lo largo del día.
Nutrición en caso de megaesófago en perros
El método correcto para fomentar la confianza en esta situación es déjelo tomar pequeñas cantidades de comida y agua en posición vertical, útil para ayudar a que los alimentos lleguen al estómago. Puede organizarse, en casa, mediante el uso de cuencos en un entrepiso per fido sentado durante la comida.
Para cualquier duda sobre esta cura y la dieta adecuada para su enfermedad, le recomendamos que consulte constantemente con su veterinario de confianza, para controlar mejor la salud de su mascota.
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Ilaria G