Mastitis en el gato: causas, síntomas y tratamiento
La mastitis en gatos es una enfermedad que afecta a gatos y gatitos. Aprendemos a reconocerlo y a ayudar al animal a sanar.
La mastitis en el gato, es una inflamación de las glándulas mamarias, suele aparecer después del parto pero no solo. Puede manifestarse como una inflamación leve o incluso una infección grave acompañada de gangrena.
Por eso debemos aprender a reconocer los síntomas para poder llevar al gato al veterinario ante los primeros signos clínicos, para que pueda ser tratado. En este artículo abordaremos las causas, síntomas, diagnóstico y tratamiento de esta patología tan dolorosa.
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Causas de mastitis en el gato.
La mayoría de mastitis en gatos es causada por infecciones bacterianas ascendentes (de ahí que las bacterias ingresen a la mama), especialmente estreptococos, estafilococos y coliformes. Estas bacterias ingresan por los conductos lácteos o por las microlesiones provocadas en las ubres por las uñas y los dientes de los cachorros.
Incluso porque es una enfermedad que afecta no solo a los gatos recién nacidos, sino también a los gatos recién nacidos. Por ejemplo, cuando el destete de los gatitos se produce de forma repentina y no paulatina, cuando hay falta de higiene o durante la fase de la succión de los cachorros de la ubre.
La mastitis en gatos puede desarrollarse en una sola ubre, parte de una ubre o en múltiples ubres. Si la mastitis no se trata a tiempo, pueden ocurrir complicaciones graves, como: abscesos mamarios, fístulas, gangrena, pérdida mamaria, septicemia e incluso la muerte.
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Síntomas
Los síntomas que se encuentran en la mastitis felina parecen diferentes según la gravedad de la enfermedad. Con todo, los signos clínicos que en cualquier caso se revelan en el animal pueden ser los siguientes en cualquier etapa de la patología, son los siguientes:
- formación de abscesos o gangrena;
- los cachorros no aumentan de peso adecuadamente (5% más de peso al nacer por día);
- el gato no quiere amamantar a los gatitos;
- hinchazón moderada de las glándulas mamarias, que aparecen duras y a veces ulceradas;
- dolor en los senos;
- anorexia;
- leche viscosa;
- secreción mamaria hemorrágica o purulenta;
- temperatura;
- vómitos en gatos.
Si solo se presentan algunos de estos síntomas, debes llevar al gato inmediatamente al veterinario.
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Diagnóstico y tratamiento de mastitis en el gato.
Una vez identificados los síntomas en el gato, se realiza un primer examen físico detallado por parte del veterinario, este último prescribirá una citología de la secreción mamaria, un cultivo de leche bacteriano y un análisis de sangre. Una vez que se diagnostica la mastitis en los gatos, el tratamiento suele ser fácil de manejar en casa.
Una cosa a tener en cuenta es que el gato no se verá obligado a dejar de amamantar a los gatitos, sino que La lactancia materna debe tener una duración mínima de entre 8 y 12 semanas.. El destete se reserva solo para los casos en los que se produce la formación de abscesos o mastitis gangrenosa.
El tratamiento comenzará con una terapia con antibióticos de amplio espectro que durará al menos 2 semanas. Lo importante es ser constante en el cuidado y no interrumpirlo aunque el animal parezca haberse recuperado y estar bien a los pocos días. Los antiinflamatorios no esteroideos para uso veterinario se pueden utilizar para reducir el dolor.
En caso de mastitis con gangrena, se puede utilizar la cirugía para extirpar el tejido necrótico. La prevención de la mastitis en gatos es posible si cuidas a tu mascota, tratando de hacer un examen físico diario cuando lo acaricies y tal vez en el momento de la lactancia asegúrate de que los gatitos estén amamantando de todos los pechos y, si es necesario, rotar físicamente a los cachorros, haciéndolos alternar.
También recuerde que castrar a su gato reduce en gran medida las posibilidades de mastitis y cáncer. En cualquier caso, la mayoría de las veces el pronóstico es bueno, pero la única regla por la que se toma la primera acción es la curación más simple.
Raffaella Lauretta