Mamá osa y su cachorro caminando por la ciudad.

Las preocupaciones sobre los encuentros con osos son reales.

Si bien los casos documentados de un ataque a humanos son raros, los osos son animales potencialmente peligrosos que deben ser tratados con mucho respeto.

Para muchos entusiastas, el otoño es un momento para disfrutar del aire libre mientras trabaja, pesca, camina o explora.

La diversión se ve reforzada por la oportunidad de ver la vida silvestre en sus hábitats naturales. Sin embargo, la perspectiva de encontrar animales como osos «en estado salvaje» muy cerca de nuestras ciudades es motivo de preocupación.

Somos los intrusos

A medida que aumentan los centros urbanos y la población, las posibilidades de encontrar un oso siguen siendo mínimas. Sin embargo, la posibilidad siempre está ahí tanto en la ciudad como en el bosque.

Los osos son normalmente tímidos con los humanos y generalmente se alejan antes de que se den cuenta de su presencia.

Creemos que los animales espectaculares y los grandes depredadores en las ciudades son intrusos, pero olvidamos que no siempre es el depredador el que llega a las ciudades, son las ciudades las que se dirigen hacia ellos.

Invadimos lo que solía ser el hábitat de la vida silvestre, por lo que somos nosotros quienes estamos invadiendo el hábitat del oso construyendo ciudades cerca de donde viven los animales.

Los animales salvajes también son buenos para nosotros.

Un mundo donde la mayoría de la gente está perdiendo su conexión con la naturaleza, un encuentro con un animal salvaje puede despertar, emocionar o inspirar.

Al igual que sucedió la otra noche Valle del Chiese un rincón del paraíso inmerso en la naturaleza virgen de Trentino Alto Adige.

En la frontera con Lombardía Valle del Chiese incorpora 7 municipios y 14 pueblos en los que los signos de la civilización rural son imborrables, un paraíso luminoso hecho de prados, bosques, montañas, arroyos y lagos.

Este valle de Trentino se extiende desde el lago Idro hasta el lago Roncone.

Y es precisamente Roncone el pueblo donde se filmó la otra noche el video que retrata a una madre osa con su bebé.

Mamá osa en medio del camino que asustada por los faros de los autos, intenta por todos los medios asegurarla a ella y al osito corriendo cerca de las casas y en la calle tratando de todos los modos de esconderse.

Mientras una familia en éxtasis por la visión del hermoso y enorme oso se apodera de todo.

LL

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