Los sentidos especiales del gato: que son y por que son especiales

La vista, el oído, el tacto, el olfato y el gusto, pero también otros sentidos especiales del gato: estos son y por qué son tan útiles para los felinos.

Los sentidos especiales del gato
Los sentidos especiales del gato: qué son y cómo funcionan (Foto Pixabay)

En varias ocasiones habremos notado la capacidad del gato de detectar una presa incluso en malas condiciones de luz, o de percibir un ruido que nos ha pasado completamente imperceptible. Pero los sentidos del gato no son solo los más comunes: tiene otros que le permiten ser un animal muy especial. Averigüemos cuales son los sentidos especiales del gato que lo diferencian de sus compañeros y, por supuesto, de los humanos.

Los sentidos especiales del gato

gato
Gato mirando (Foto Pixabay)

Sabemos que los gatos están dotados de los cinco sentidos ‘habituales’, es decir, aquellos que los unen no solo a sus compañeros sino también a los humanos. Pero hay algunas cualidades especiales que posee nuestro felino que a menudo dejan sin palabras al dueño. Creo que cualquier dueño puede confirmar que nunca conocerás a tu gato. El elemento ‘sorpresa’ siempre está a la vuelta de la esquina y ciertamente estos sentidos especiales contribuyen a hacer del gato un animal muy especial.

Además de la vista, el oído, el tacto, el gusto y el olfato, los gatos también están equipados con:

  • sensación de equilibrio,
  • sentido del tiempo,
  • sentido de direccion.

Los sentidos especiales del gato: el sentido del equilibrio del gato

Los sentidos especiales del gato
Los sentidos especiales del gato: sentido del equilibrio (Foto Pixabay)

¿Alguna vez nos ha sorprendido ver a un gato saltar desde una altura increíblemente alta? No es solo una cuestión de costumbre si el gato logra caer intencionalmente de las ramas o incluso de las ventanas sin caerse al suelo (Lea aquí: Gatos y ventanas: por qué tener cuidado y cómo protegerlos. Esta habilidad está respaldada por un sentido increíble equilibrio, así como un cuerpo ágil y elástico. Parece que el gato no tiene miedo ni alturas y ciertamente no sufre de vértigo: es cuestión de cuerpo pero también de nervios y sangre fría! Antes de subir a una rama muy alta parece que no suele preocuparse por cómo bajará de allí, ya que siempre habrá ‘calculado el peligro’. Sin embargo, cuando teme haber exagerado, por prudencia, procede hacia atrás y evita el salto: rara vez ocurre pero puede ocurrir.

El deseo constante del felino de escalar más y más alto, de obtener una mejor visión general de todo lo anterior, va acompañado de un gran sensación de equilibrio. Siempre intentará mantener el equilibrio y agarrarse a cualquier superficie para no caer precipitadamente al suelo.

No es casualidad que se diga que el gato ‘siempre cae a cuatro patas‘: es raro, y ocurre a menudo en gatos muy pequeños y sin experiencia, que el felino se caiga de costado o de espaldas. Siempre tenderá a permanecer erguido sobre sus patas, minimizando el peligro para su salud. Es un reflejo incondicional que le permite restaurar uno en muy poco tiempo postura erguida: piernas extendidas que soportan todo el peso de su cuerpo, evitando el peligro de fracturas y lesiones en los órganos internos.

El sentido del tiempo

El sentido del tiempo de un gato ciertamente no se trata de su capacidad para comprender qué hora es, sino de anticipar los tiempos y advertir de cualquier peligro mucho antes que nosotros. Es posible que hayamos visto al gato acercarse a la puerta de entrada muy pronto que el dueño la abre: esto sucede porque pueden percibir nuestros pasos y ruidos que ‘nos conciernen’, que son completamente (o casi) imperceptibles para nosotros.

No es casualidad que el gato sea capaz de anticipar la llegada de un terremoto o una catástrofe natural precisamente porque siente vibraciones que el ser humano es incapaz de probar. Esto también es muy útil porque muchas veces, anticipándose al peligro, advierte a su amo y puede guardarle la vida. Depende de nosotros entender a tiempo las señales que el gato quiere transmitirnos y asegurarnos de que estamos salvados.

Además, en el sentido más obvio del término, el gato sabe cuándo volvemos, conoce nuestros hábitos y el escaneo de nuestras acciones durante el día: a menudo puede suceder que nos despierte por ejemplo unos minutos antes del despertador precisamente porque sabe que solemos levantarnos. fuera de la cama en ese momento.

El sentido de la orientación del gato

gato en la calle
Gato en la calle (Foto Pixabay)

¿Tu gato se fue de casa y aún no ha regresado? A menudo no hay necesidad de preocuparse ya que el gato siempre logra encontrar el camino a casa solo. Según algunos estudiosos, el gato tiene una especie de percepción del camino que puede llevarlo de regreso a la seguridad de su familia.

Hay evidencias de gatos que han logrado recorrer distancias increíblemente grandes, como ese felino que ha recorrido unos 2.250km, desde California hasta Oklahoma. Este sensacional sentido de dirección probablemente también esté respaldado por la capacidad de orientarse basándose en los cuerpos celestes: sus cerebros registran El ángulo del sol de día y estrellas de noche.

Es como si tuvieran un reloj interno que hace las veces de brújula y que les orienta naturalmente hacia su hogar real: si durante el trayecto perciben un ángulo del sol diferente al que vieron desde casa, cambia de trayectoria hasta volver a ver el mismo ángulo. Eso sí, todo cambia en caso de abandono del gato y mudarse a un nuevo hogar: al no tener otra información que lo lleve al nuevo hogar, el pobre gato se vería obligado a vagar sin rumbo fijo.

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FRANCESCA CIARDIELLO