Los gustos de comida del gato: que son, que cambia y como entenderlo
¿Cuáles son las preferencias del gato en la alimentación del gato? Sabemos que es muy exigente, pero veamos a qué sabe la comida del gato.
Alimentar a un animal es parte del cuidado que le tenemos, pero a veces es él mismo quien hace muy compleja la operación: obviamente estamos hablando del gato. Sin duda, es exigente, sofisticado en la elección de los alimentos e incluso en la forma en que se administran. Probablemente la elección de los alimentos que más le gustan será difícil y no tan inmediata, pero de entender la comida del gato sabe sin duda será muy útil.
Gato vs hombre: el desafío del gusto
Es verdad: los gatos pueden negarse a comer por diversas razones, sobre todo ese lugar del tazón que nunca debe estar al lado de la caja de arena. Pero no siempre se trata de caprichos, ya que el sentido del gusto también juega su papel.
Los receptores gustativos, es decir el paladar felino, se encuentran no solo en la lengua sino también en el paladar blando, labios, mejillas y garganta. Sin embargo, la variedad y abundancia de receptores no se corresponde con una cantidad igualmente variada de gustos que son percibidos por el gato.
De hecho, en lo que a gustos y sabores se refiere, los que el felino puede percibir parecen muy limitados. ¿Por qué? La motivación se encuentra sobre todo en hábitos alimenticios del gato el cual, siendo puramente carnívoro, está ‘acostumbrado’ sólo a cierto tipo de alimento, la carne.
Si los humanos a menudo tenemos que someternos a los animales en términos de olfato y vista, podemos tomar nuestra ‘venganza’ en lo que respecta al sentido del gusto. El ser humano siempre ha estado acostumbrado a degustar y variar su alimentación, experimentando y combinando sabores también muy distantes entre sí.
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Los gustos de la comida del gato: a cada ‘zona’ su sabor
Ya hemos dicho que las papilas gustativas felinas se encuentran dispersas en diversas zonas, pero es en parte que cada una de ellas es capaz de percibir un sabor mejor que otro. Será mejor continuar con algunos ejemplos para ser más claros.
La punta y el margen anterolateral de la lengua parecen ser más sensibles al sabor salado, mientras que con la base y el margen posterolateral de la misma el gato siente el sabor amargo.
El sabor ácido parece ser capaz de percibirlo en todas las ‘zonas’ de la boca, a diferencia del dulce que les resulta difícil de degustar, como ya se mencionó en ¿Por qué el gato no siente el sabor dulce? Todas las razones. De hecho, esto es genial, ya que los azúcares pueden dañar mucho su salud.
La comida del gato sabe: lo que más le gusta
Traducido en términos de ‘tipos’ de alimentos, ¿cuáles son los alimentos codiciados por nuestros amados felinos domésticos? Algunos estudios científicos parecen haber llegado a un descubrimiento particular, que se ubica en la parte superior del ranking de sabores alimentarios felinos:
- grasas animales,
- algunas frutas como melón y plátano,
- aceituna,
- verduras como calabaza y apio,
- sabores fuertes como el anís
- aminoácidos como prolina, alanina y lisina.
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Sabores de la comida para gatos: ¿cuál es el punto de conocerlos?
No se trata de una simple curiosidad a satisfacer: conocer los gustos alimentarios del felino también es muy importante para variar su dieta. Al elegir los alimentos adecuados, también podemos facilitar el cambio de un alimento a otro.
Los veterinarios aconsejan de hecho variar, aunque con moderación y de forma progresiva, la dieta del felino, para que desde cachorro se acostumbre a cualquier tipo de alimentación. Es cierto que, por tanto, es un animal quisquilloso a la hora de comer, pero es igualmente cierto que Nuestro papel es educarlo mejor sobre una dieta variada pero equilibrada..
Entonces, para insertar un nuevo alimento en el menú diario de Micio, es útil ‘mezclar’ los sabores y acompañar el nuevo alimento con uno de los mencionados anteriormente, que ciertamente le gusta. Esto no significa que el cambio ocurrirá rápidamente y será mejor recibido, pero sin duda es un intento válido.
Incluso si le gusta una comida, no significa que deba abusar de ella: tenga cuidado de no excederse en las cantidades. Por ejemplo, si estamos seguros de que el gato puede comer calabaza, aún debemos prestar atención a posibles intolerancias o alergias.
Francesca Ciardiello