Los gruñidos de los cerdos revelan sus emociones: estudio impresionante
Según algunos estudiosos, los gruñidos de los cerdos revelan sus emociones. Veamos juntos cómo se desarrolló el extraordinario estudio.
Para la gente común como nosotros, el «oink» del cerdo no es más que el sonido de su gruñido. Sin embargo, este no es el caso para todos, de hecho, para algunos estudiosos este sonido vale más que mil palabras. Pero ¿cómo es que?
Según algunos investigadores internacionales, yo Los gruñidos de los cerdos pueden detectar sus emociones. En este artículo veremos cómo se llevó a cabo el extraordinario estudio.
El gruñido del cerdo revela sus emociones: estudio
Aunque para nosotros el gruñido del cerdo es un sonido simple, puede tener muchos significados.
Así como les sucede a los perros y gatos que a través de maullidos y ladridos pueden comunicar diferentes estados emocionales, incluso los cerdos a través de su gruñido pueden comunicarnos sus emociones.
De hecho, según un grupo de investigadores internacionales de Alemania, Francia, República Checa, Noruega, Suiza y Dinamarca, los ruidos que hacen los cerdos desde que nacen hasta que mueren son realmente muchos y cada uno de ellos puede expresar diferentes emociones,
Los ruidos que emanan de los cerdos se pueden dividir en 2 categorías:
- Versos de baja frecuencia
- Versos de alta frecuencia
Los investigadores tienen destacó los primeros versos en situaciones positivas. Este último incluía: acurrucarse con personas similares; período de lactancia; reencuentro con mamá; funcionamiento libre.
Mientras y versos agudospor lo tanto, los sonidos más estridentes, se destacaron principalmente en situaciones negativas, que incluía: falta de lactancia; peleas entre gustos; castración; esperando en el matadero.
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El experimento
La búsqueda se basó en el registro de 7414 sonidos de 411 cerdos. Estas grabaciones fueron recopiladas en las diversas situaciones que los cerdos encontraron, contextos positivos y negativos.
En los establos donde monitorearon estos sonidos, los expertos también crearon algunas situaciones que podían o no provocar emociones en los cerdos.
De hecho, se ha incluido una zona llena de juguetes, incluso nuevos, o comida y una zona sin estímulos. Para el experimento además de ser registrado y monitorear los sonidos que hace el animal también fue monitoreado su comportamiento y frecuencia cardiaca.
Las grabaciones mostraron que había más chillidos y gritos (sonidos de alta frecuencia) cuando los cerdos estaban en situaciones negativas y sonidos como gruñidos de ladridos (sonidos de baja frecuencia) cuando los cerdos estaban en un contexto positivo.
También se observó que en situaciones positivas el sonido del cerdo también era más corto. Todo esto fue posible gracias a un algoritmo capaz de «transformar» los sonidos emitidos por los animales en emociones.
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De acuerdo a Elodie Breveel primer científico del estudio, se necesitaría a alguien para transformar este algoritmo en una aplicación, para que los granjeros puedan detectar el bienestar de los cerdos y más allá.