Los gatos más fríos: todas las razas felinas que más sufren el frío
También se acerca el primer frío para nuestros felinos: cuáles son las razas de gatos más frías y cómo protegerlos de las bajas temperaturas.
No solo los humanos sufren el frío, sino que los gatos también tienen dificultades para resistir las bajas temperaturas. Hay algunos gatos más fríos que otros: veamos qué son y cómo podemos ayudarlos a pasar los meses de otoño e invierno. Por supuesto, hay razones por las que algunas razas tienen más dificultades para soportar las bajas temperaturas, pero depende de nosotros saberlo con anticipación para tomar medidas.
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Los gatos y el resfriado: no es solo una cuestión de resistencia
¿Nos hemos preguntado alguna vez por qué los gatos literalmente se ‘pegan’ a las fuentes de calor en la casa y se pegan a las ventanas tan pronto como ven un rayo de sol? La respuesta parece casi obvia: les encanta el calor y se mantienen calientes (Lea aquí: ¡Los gatos sufren el calor del verano: cómo ayudarlos y prevenir un golpe de calor)! Por eso no tienen muy buena relación con el resfriado, pero en general hay algunas razas que lo toleran menos que otras. También es cierto que los gatos callejeros, acostumbrados a vivir en la calle, desarrollan una diferente resistencia a las bajas temperaturas, pero eso no significa que no necesiten una atención extra de nuestra parte, todo lo contrario.
En comparación con los humanos, los felinos sienten los cambios de temperatura de antemano, especialmente aquellos que viven dentro de las casas. La temperatura felina es más alta que la humana, ya que ronda los 38 grados, pero es sobre todo la humedad la que genera graves molestias en los gatos. No es casualidad que en el mes de otoño los felinos se ‘preparen’ para la llegada del gran frío con un engrosamiento de su pelaje y pelaje. Pero, ¿cuáles son esos felinos que soportan menos el frío que otros? Los veremos en breve.
Gatos más fríos: cómo reconocerlos
Teniendo en cuenta que algunos gatos se preparan para la llegada del frío con un pelaje más grueso, es obvio pensar que los que no tienen pelaje sufren más las bajas temperaturas. de hecho lo es, pero no es solo la raza la que define a un gato frío.
- mantarraya: aquellos con poco pelo o sin absolutamente ningún abrigo, están más expuestos al frío, aunque vivan en interiores, como si lo sintieran antes y con más intensidad. Se trata de razas como la esfinge, la siamesa, la peterbalda, la abisinia, etc. Incluso el Devon Rex, a pesar de sus tres capas diferentes de pelaje, afronta con dificultad las estaciones frías; nunca querrán salir de casa ellos mismos, por lo que no será ningún problema convencerlos de que se mantengan calientes.
- Saludo: Los gatos que no están en buena forma física y no tienen una salud de ‘hierro’ sufren el resfriado más que otros. Esto se debe a que sus defensas inmunológicas ya están bajas y este estado general de salud ya comprometido los hace más vulnerables que otros.
- Años: tanto en gatitos como en gatos ancianos (lea aquí: Síntomas de la vejez en gatos: 10 signos que no deben subestimarse), el resfriado es un enemigo. Es como si su cuerpo no pudiera reaccionar a las bajas temperaturas porque no era lo suficientemente ‘resistente’.
Gatos más fríos: cómo ayudarlos a superar el frío
Llegará el frío y será inevitable por tanto, a menos que queramos optar por unas vacaciones en lugares tropicales con nuestro gato, la única solución es pensar en afrontar el frío con los sencillos medios a nuestro alcance. Pensamos sobre todo en protegerlos de la humedad, porque es esta la que les causa más problemas y los enferma de fiebre y resfriado (lee aquí: Medir la fiebre de un gato sin termómetro: la alternativa se mueve para entender si tiene fiebre).
Casa cálida pero no demasiado: está bien dejarlos vivir en un ambiente cálido y confortable, pero esto no significa dejar los radiadores y calefactores encendidos todo el tiempo, ya que el aire podría secarse y volverse irrespirable. Además, las fuentes de calor que están siempre encendidas y sin nuestra supervisión pueden causar serios problemas. Por eso, si tenemos que salir de casa, dejamos bolsas de agua caliente y cojines a disposición del gato en los que pueda tumbarse.
Mantas y edredones: asignamos un edredón o una manta que ya no usamos solo para el gato. Le complacerá no solo tener uno solo para él, sino también oler nuestro aroma en la tela.
Suministro: los gatos tienden a hacer menos ejercicio en invierno, ya que suelen ser más sedentarios y permanecer en casa más tiempo. Esto significa que la dieta del gato no tendrá que sufrir grandes cambios, además porque hacerle comer más o darle más alimentos calóricos podría engordarlo y hacer que enfrente problemas de salud graves como la obesidad.
Francesca Ciardiello