Los dueños de perros corren más riesgos que los dueños de gatos: estudio
La investigación científica ha sacado a la luz un dato interesante sobre el carácter de los dueños de perros y gatos: los primeros se arriesgan más.
Quienes tienen un perro son menos precavidos que quienes comparten sus días en compañía de un felino: lo dice la ciencia. De hecho, un estudio ha demostrado que yo maestros del perros asumen más riesgos en comparación con los dueños de gatos. Descubramos más sobre este fascinante fenómeno.
Dueños de perros o gatos: son los que más riesgos corren
Hay quienes están locamente enamorados de los perros y quienes, en cambio, creen que Fido no tiene esperanza ante el encanto y el magnetismo felinos.
Un equipo de científicos ha investigado un aspecto que preocupa a los dueños de perros y gatos, preguntándose si la preferencia hacia una u otra especie podría influir en un determinado rasgo de carácter.
¿Cuales? Estar dispuesto a asumir riesgos. Increíble pero cierto, la investigación ha demostrado que quienes tienen un gato son decididamente más cautelosos y adoptan una serie de precauciones que quienes viven con un perro tienden a no respetar.
Para probar su hipótesis de investigación, los expertos llevaron a cabo un experimento con 155 dueños de perros o felinos.
A los voluntarios se les dio una cantidad ficticia de $2,000 y se les pidió que la invirtieran en un fondo de acciones arriesgado pero más rentable, o en uno más seguro pero menos rentable.
Además, los investigadores realizaron un segundo experimento para comparar los resultados de las dos pruebas.
Los científicos pidieron a 255 personas que vieran cuatro anuncios en un volante que tenía impreso un perro o un gato. Luego, al igual que en el experimento anterior, a los participantes se les dieron 2.000 para que invirtieran como quisieran.
Finalmente, la investigación consistió en realizar una tercera y última prueba con un grupo de 283 estudiantes. Los experimentadores les pidieron que recordaran una experiencia pasada con un perro o un gato.
Después de eso, les leyeron una serie de anuncios de salones de masajes. Por un lado, algunos destacaron que los masajes aumentan el metabolismo y tienen un efecto rejuvenecedor; por otro, otros insistieron en la capacidad de estos tratamientos para calmar el dolor articular y reducir el estrés.
Finalmente, pidieron a los estudiantes que identificaran cuál les parecía el anuncio más atractivo.
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Los resultados de los experimentos
Las tres pruebas realizadas revelaron que los dueños de perros tienden a correr más riesgos, en contraste con los dueños de gatos, que son más cautelosos.
El primer experimento, de hecho, demostró que quienes compartían su hogar con un ejemplar de la raza canina estaban más dispuestos a hacer inversiones arriesgadas.
El segundo confirmó el resultado de la prueba anterior: la vista de Fido, de hecho, induce a las personas a correr más peligros.
Finalmente, con respecto al tercer experimento, un equipo de psicólogos explicó que:
- los mensajes publicitarios centrados en el rejuvenecimiento y el fortalecimiento físico atraen a personas dispuestas a asumir algunos riesgos;
- el contenido relacionado con la reducción del estrés, por otro lado, atrae a personas más cautelosas y tranquilas.
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¿Adivina qué animal es el protagonista del recuerdo de quienes prefirieron el primer tipo de mensaje? Pues sí: el perro.
En el segundo caso, sin embargo, se trataba de un recuerdo centrado en un gato.
El resultado del estudio confirma que las personas tienden a percibir y juzgar a las mascotas sobre la base de estereotipos: se considera que los perros son más dinámicos y activos, mientras que los gatos son más tranquilos y reflexivos.
Estas características que se les atribuyen, a cambio, se reflejan en sus dueños.