Lesión en los oídos del gato: enfermedades y otros problemas de oído
¿Cómo se lesiona el oído un gato? Tal vez como resultado de rasguños y traumas de este tipo, o debido a enfermedades de fondo: cómo averiguarlo.
¿Las orejas de tu gato se ven diferentes y crees que tu gato tiene dificultades para oír? Absolutamente extraño, dado que la audición desarrollada del felino es una de sus mayores características. De hecho, el gato lo usa no solo para conocer el mundo sino también para defenderse de posibles ataques enemigos y protegerse a sí mismo y a su territorio, incluido el dueño. Aquí se explica cómo distinguir las diversas causas de lesión en las orejas del gato y cómo remediarlo eficazmente.
Orejas de gato: como las usa y otras curiosidades
Es realmente cierto que los gatos siempre son capaces de estar alerta y cautelosos: esto también se debe a su potente audición, que les permite nunca ser sorprendidos desprevenidos. De hecho, se trata de órganos sensoriales extremadamente sensibles, que sirven para percibir de forma clara y ‘amplificada’ (en comparación con el nuestro) todos sus entornos que vienen del exterior.
Pueden ser de diferentes tamaños, pero también de diferentes formas: redondas, triangulares, etc. pero una curiosidad increíble es que tienen 32 músculos. Gracias a estos gatos son capaces de rotarlos y utilizar estos movimientos en un lenguaje real.
Son esenciales para mantener el equilibrio al moverse, ya que el aparato vestibular se encuentra dentro del oído. Los pelos sienten los movimientos del líquido en el interior, que envían la señal de regreso al cerebro: ¡por eso los gatos pueden oír tan bien!
Lesión en las orejas del gato: signos de algún problema
¿Parece que el gato no responde a tu llamada? Antes de preocuparnos de que haya un problema de salud subyacente, asegurémonos de que el felino no nos esté ignorando. Pero además de esto que solo puede ser una actitud, también prestamos atención a otras señales en la apariencia externa de los oídos.
Podemos notar la presencia de:
- costras
- rastros o pérdida de sangre,
- inflamación de la zona,
- ausencia o escasez de cabello en la zona,
- hinchazón,
- tendencia a mantenerlo bajo.
Ciertamente el gato tenderá a no ser tocado, precisamente porque siente un fuerte dolor en los oídos. No insistimos en tocarlos a toda costa, porque el gato también podría reaccionar mal y quizás hasta violentamente.
Lesión en las orejas del gato: si la causa es un trauma
Los gatos son bastante «combativos», son cazadores, les encanta la confrontación y, naturalmente, pueden correr el riesgo de lesionarse. Es parte del ‘juego’ pelear, pero al final podrían retirarse fácilmente a casa con algunas lesiones.
No hay forma de evitarlo o prevenir tal problema, pero lo único que debe hacer es vigilarlo y asegurarse de que el problema no evolucione hacia infecciones aún más graves y problemáticas para tratar.
En ocasiones, el traumatismo puede ser provocado por el propio gato que, con sus largas uñas, puede lastimarse inadvertidamente o ahuyentar algún insecto que zumbe a su alrededor. El principal problema es que la parte puede hincharse y presentar un absceso o hematoma (es decir, un depósito de sangre).
… ¿Y si la causa fuera una enfermedad?
Desafortunadamente, la causa también puede ser una manifestación de una patología que también se manifiesta con problemas de oído. Los síntomas enumerados anteriormente también pueden ser causados por:
- sarna,
- Las vigas;
- agentes externos (ácaros, briznas de hierba, etc.),
- tumores de oído.
Qué hacer en caso de lesión
Si hemos notado que el gato ha comenzado a sangrar por las orejas, los dueños podemos intervenir momentáneamente, esperando que el veterinario nos reciba para una visita urgente.
Los medios para evitar que la sangre gotee son bastante escasos: después de ponernos un guante, tratamos de frotar con una gasa o algodón absorbente (guata). Una buena idea es cortarle las uñas a tu gato y mantenerlas cortas en todo momento, para que no se lastime ni se rasque, inflamando aún más la zona.
Será el veterinario el que ‘vaya al fondo’ del asunto y comprenda cuál es la causa desencadenante: podría tomar una muestra de líquido y someterla a pruebas de cultivo. Una vez que se aíslan los ácaros, puede recetarle productos con selamectina o antibióticos. En caso de heridas profundas, primero tendrá que desinfectarlas y tal vez proceder con una sutura.
Cualquier presencia de hematomas se resolverá con un drenaje de la sangre y con puntos que evitarán la formación de más infecciones. Nos aseguramos de que el gato toque lo menos posible el vendaje y de mantener la herida bajo control.
Francesca Ciardiello