Leone Ariemme, el San Francesco de Turín se retira
Leone Ariemme es el actual San Francisco que ha estado salvando animales salvajes en peligro durante 37 años.
Leone Ariemme @FacebookDesde hace más de 30 años en Turín y su provincia hay una persona que los salva animales salvajes. Se llama Leo Aries y en seis meses se jubilará, trayendo consigo muchas historias que contar.
Leona quien trabaja en departamento de conservación y fauna de la ciudad metropolitana de Torinoha estado salvando varias especies de animales salvajes durante casi 37 años. Desde corzos hasta águilas reales, halcones o cabras montesas en situaciones sencillas o especiales, como el techo de un tren.
Turín sin personal de vida silvestre
A lo largo de los años, el número de empleados se ha reducido drásticamente, por 81 empleados ha pasado un 18 personas ocupadas en un área muy grande por cubrir. Sin Leo Aries será aún más difícil.
Dado que el número de animales a cuidar va en aumento (3006 animales fueron rescatados en 2017), se pide a los ciudadanos, obviamente, cuando sea posible, que entreguen los animales directamente al departamento.
Muchos corzos que pueden sufrir accidentes de tráfico al cruzar las carreteras piamontesas y luego muchas rapaces diurnas y nocturnas: halcones peregrinos, azores, cernícalos, lechuzas, gavilanes, buitres, cárabo, lechuzas, lechuzas, incluso quebrantahuesos. Pero no faltan rebecos, cabras montesas, tejones, tortugas.
El doctor Leone ha sabido a lo largo de los años conocer todos los aspectos de estos animales y este cuidado y atención por su trabajo le han dado el sobrenombre de San Francisco de Turín.
“Cada vez que libero a un animal salvaje me emociono como si fuera el primero”, cuenta. La impresión Leo Aries– Entre las operaciones más extrañas estaba la de una casa abandonada en la vía Santa Chiara, donde se encontraban dos pitones de 6 y 4 metros pero además el encuentro con una temible tortuga mordedora no fue un paseo. Esa tortuga es fácilmente capaz de morderte el dedo pero también de romperte el brazo si es adulta, ha habido varios casos en Italia y hay que tener mucho cuidado porque las tortugas mordedoras son impredecibles ”.