¿La mejor forma de proteger a los bebés? Combínalos con perros y gatos

Entre las contraindicaciones que conviven con un perro o un gato doméstico también entra la muy desagradable en momentos de posibles alergias a su pelaje. Pero los aspectos positivos ciertamente no faltan y son mucho más numerosos: por ejemplo, estudios recientes informan de la veracidad de los efectos beneficiosos en los niños: la proximidad de estos últimos a los perros y gatos reduce el riesgo de obesidad y al mismo tiempo también proporciona una importante protección contra el asma. Esto también se ha demostrado en recién nacidos de muy pocos días de vida que llegaron al mundo por cesárea o que por diversas razones no pueden ser amamantados de forma natural.

Los científicos confirman que los perros y gatos de cuatro patas representan poderosos aliados en el crecimiento correcto y saludable de nuestros niños: también se publicó un estudio especial de investigadores de la Universidad Canadiense de Alberta en la revista especializada ‘Microbiome’, que exhibió 800 bebés con hasta tres meses de edad en continua proximidad a las mascotas más comunes, incluso cuando estaban en el útero. Incluso a sus padres se les preguntó al respecto con un cuestionario especial, y todos resultaron positivos en este aspecto, mientras que ningún niño presenta problemas de ningún tipo. Por tanto, un resultado 100% efectivo de esta teoría parece muy significativo.

Y luego se conoce otro efecto beneficioso: crecer con perros y gatos acelera la capacidad de los niños para socializar y aceptar la diversidad. Sin embargo, un aspecto científico particular relacionado con el desarrollo de la flora bacteriana de los recién nacidos en contacto diario con los animales es terminar bajo la lupa de los estudiosos: esto se vería enriquecido en particular por dos tipos de bacterias, Oscillospira y Ruminococcus, que a menudo se consideran para detener precisamente el asma y la obesidad. También disminuyen los riesgos de transmitir Strep B, que causa neumonía en los recién nacidos.

En este punto, también podríamos considerar la posibilidad en el futuro de hacer suplementos que contengan estas bacterias para detener los casos de sobrepeso y alergias infantiles. Si las mujeres embarazadas tienen miedo de estar cerca de los gatos por el riesgo de contraer toxoplasmosis u otras patologías no deseadas, se debe considerar que todo esto ocurre solo en algunos casos y con determinadas condiciones. Así que no se preocupe.