La lengua del gato: características, funcionalidad y muchas curiosidades
El gato tiene un lenguaje diferente al del perro: en eso se diferencia, cuáles son sus características y para qué sirve.
A los amantes de los gatos les encanta recibir atención de su cariñoso felino, especialmente cuando se trata de ‘besarlos’. En esencia, su beso es un pequeño deslizamiento rápido de la lengua en la mejilla. El dueño sentirá en su piel que la lengua del gato es diferente a la del perro por ejemplo. Lo sentirá más ‘seco y arrugado’: pero ¿por qué tiene estas características y qué funcionalidad esconde?
Lengua de gato: como se hace
La lengua felina es rugosa, similar al papel de lija y capaz de donar los llamados ‘baci rasposi‘. Consta de tres partes: raíz, cuerpo y punta y está cubierto con miles de papilla filiformi, con una forma curva de gancho frente a la garganta. Esta conformación particular permite al gato «agarrarse» mejor a la comida, presas u otros objetos y tener una adhesión más firme. Además, al no resbalar sobre los huesos, la lengua del gato permite que el gato consuma la carne del animal al máximo.
Las funcionalidades son diferentes. Seguramente habremos visto a un gato lamiendo su pelaje gracias al ‘Cepillo‘propio de su idioma. De esta manera siempre estará limpio de escombros, residuos, cabello muerto caído y residuos comestibles. Las papilas en forma de gancho de la lengua recogerán ‘suciedad’ y la tragarán, de modo que acabe directamente en la garganta. No es casualidad que existan numerosos episodios de vómitos de bolas de pelo, cuando no se expulsan con un proceso digestivo normal del intestino.
Si pensamos que la lengua se usa íntegramente para beber, nos equivocamos: solo se sumerge en agua la parte final, la punta, pero, a pesar de ello, recoge suficiente agua. De hecho, el mecanismo es el siguiente: la parte posterior de la lengua mueve el líquido mientras que la punta lo recoge.
Otra peculiaridad se refiere al sentido del gusto del felino, muy diferente al de ese hombre. Esto sucede porque los gatos tienen una serie de papilas gustativas inferiores comparado con el nuestro, quini no puede reconocer el sabor dulce.
Otra característica particular es la musculatura lo que garantiza a este órgano la máxima extensión y movilidad. Esto permite que la lengua llegue a zonas complicadas del cuerpo con cierta facilidad. Su superficie funciona como una especie de cepillo porque los apéndices no son perpendiculares con respecto a la lengua, pero permanecen dobladas incluso cuando el gato no las está usando.
La lengua del gato: funcionalidad
Los dueños pueden confirmarlo: recibir besos del perro es muy diferente a recibirlos de un gato. Esto se debe a que las dos queridas mascotas que pierden siguiendo la excelencia tienen una tipología muy diferente entre sí. Veamos juntos cuáles son las características específicas de cada uno, descubriendo también curiosidades que no creíamos posibles.
Un arma en la caza
La lengua de un gato es más áspera que la de un perro y no es solo una cuestión «estética». El gato usa su lengua en la caza, donde la vista o el oído tienen una funcionalidad limitada. Juntos a las garras, la lengua sirve para reconocer la bondad de una presa. Las papilas filiformes que lo recubren están formadas por queratina, una sustancia que también forma las garras y que son las uñas. De hecho, entre la lengua y las patas, el gato puede comer más rápido que el perro y despedazar a su presa. La velocidad es una cualidad muy importante en la caza ya que la velocidad de atrapar a la presa y comerla ayuda a escapar antes de que llegue la ‘ayuda’ de la desafortunada víctima.
Higiene
Sabemos que el gato, por encima de cualquier otro animal, incluidos los perros, dedica mucho tiempo al día a cuidar al personal. Especialmente después de comer al gato pasas la lengua por el pelaje con una actividad renombrada ‘aseo‘. Sirve para evitar que se depositen en su pelaje trazas de sangre o restos de comida recién consumidos. De hecho, no es casualidad que el felino esté considerado entre animales más limpios, precisamente por estas atenciones que reserva para su higiene personal. También lo hacen para evitar que otros depredadores perciban el olor a sangre y se den un festín con ellos.
Bebiéndolo
Si comparamos un perro y un gato que beben notaremos que la velocidad con la que el gato asimila el agua es muy superior a la del perro. Esto no es solo gracias a la velocidad del movimiento, que puede llegar a 4 lamidas por segundo. Una prueba realizada por el Instituto de Tecnología de Massachusetts monitoreó el acto de beber de un perro y un gato y confirmó la primacía del felino. Además, con estudios más adecuados han descubierto que el gato es capaz de recoger mucha más agua que el otro.
La temperatura
Cuando vemos a un gato que se pasa compulsivamente la lengua por el pelaje, probablemente lo haga porque siente mucho calor externo. De hecho, especialmente en la temporada de verano, los gatos intentan bajar su temperatura cuerpo humedeciendo el cabello, de modo que la saliva derramada se evapore, dispersando el calor interno.
El lenguaje de los gatitos
Tan pronto como nacen, los gatitos son estimulados por la madre gata y sus besos. De hecho, los continuos golpes de la lengua raspando el cuerpo de los recién nacidos los estimula a ser más activos y a superar ese estado de letargo y entumecimiento. Al lamerlos vigorosamente a la madre gata, además de crear una relación fuerte y encontrar su intimidad inmediata con los cachorros, les ayuda a moverse mejor en esa condición de ceguera inicial. Incluso su negocio de evacuación es estimulado por el paso continuo de la lengua materna por debajo de la cola. Con la ayuda de los ‘besos’ de la madre, los cachorros aprenden a realizar sus primeras funciones vitales.
La lengua del gato: cuando la mantienen fuera
A menudo habrá notado que el gato mientras duerme mantiene la lengua fuera de la boca. ¡Nada de que preocuparse! El gato se está relajando y ¿qué mejor momento para hacerlo mientras duerme? A veces sacan la lengua porque, mientras se lamen, de repente se distraen con un ruido o algo que sucede a su alrededor.
A pesar de que está muy caliente y jadeante, mantiene la lengua fuera, como si quisiera tomar la mayor cantidad de aire posible con la boca abierta. En este caso podemos ayudarlo reservando siempre una cama a la sombra en casa, donde pueda relajarse al fresco.
Lengua de gato: enfermedades
Incluso esta parte preciosa del cuerpo del gato puede ser víctima de enfermedades e infecciones. Veamos cuáles son las principales y cómo se manifiestan las principales patologías. Pueden ser de diferentes tipos y desencadenados por causas igualmente numerosas: en primer lugar, la estomatitis felina, los tumores y diversas infecciones.
La estomatitis felina implica la presencia de úlceras dolorosas en la cavidad bucal. Si vemos que el gato se lame muy a menudo, o tiene dificultad para tragar la comida y otros alimentos; la misma dificultad para abrir la boca debe darnos una alarma.
Varias formas de tumores, como el babeo que implica salivación excesiva, sangrado, dificultad para alimentarse, pueden estar entre las enfermedades más comunes.
Otros problemas que pueden afectar la lengua del gato son ampollas, infecciones, cándida con placas blanquecinas, gingivitis y periodontitis y diversas intoxicaciones.
LEE TAMBIÉN: El gato tiene tos: causas, síntomas y tratamientos
FC
Amoreaquattrozampe ha sido seleccionado por el nuevo servicio de Google News, si quieres estar siempre actualizado por nuestras novedades SÍGUENOS AQUÍ