La historia de Carmelina: de perro callejero a perro de barrio

Desde Campomarino, en la provincia de Termoli, llega una historia con final feliz para la perrita Carmelina: de callejera a perrita de barrio.

La historia de Carmelina: de perro callejero a perro de barrio
(Foto de Adobe Stock)

también Carmelina fue víctima del delito de abandono de animales. Hace aproximadamente un año, fue abandonado en Campomarino, en la provincia de Termoli, donde no tardó en ganarse el cariño de los vecinos de un edificio de departamentos, quienes pidieron y consiguieron que el extraviado fue reconocido como perro de barrio.

La historia de Carmelina

Carmelina fue uno de los muchos vagabundos, hijos de otros peregrinos en el camino o víctimas del delito de abandono de animales; pero la segunda hipótesis es la más probable, dado que la Maremma había aparecido repentinamente un día de febrero de 2020 en un distrito de Campomarino, balneario en la provincia de Termoli, en Molise.

Desafortunadamente, Carmelina había tenido un gran golpe de suerte: los residentes de un edificio de apartamentos en la ciudad se habían tomado su destino en serio.

El animal, que parecía asustado, delgado y hambriento, fue cuidado y alimentado por los vecinos del condominio, quienes posteriormente organizaron una colecta con el fin de recaudar fondos para someter al perro a una cirugía, la cual fue necesaria debido a una piometría.

Cuidada y mimada por todo el barrio, el siguiente paso fue una consecuencia automática: nadie quería que Carmelina acabara en la perrera, por lo que se inició el trámite para darle la condición de perro de barrio.

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El perro del barrio

Bueno, el perro del barrio es una figura muy peculiar, a medio camino entre el animal callejero y el doméstico.

Perrera
(Foto de Adobe Stock)

Como es sabido, nuestro ordenamiento jurídico prevé que la captura de perros callejeros en el territorio correrá a cargo de las autoridades competentes, con el fin de destinarlos a perreras.

Al llegar a la instalación, se identifica al animal, si es posible; para ello se comprueba si tiene microchip, con el fin de rastrear la identidad del propietario.

De lo contrario, el microchip seguirá siendo inoculado en el cuerpo del animal, registrándolo en el Municipio en cuyo territorio fue encontrado; luego de lo cual será sometido a todos los tratamientos de salud exigidos por la ley, y se procederá a la esterilización.

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Después de este proceso, el perro se mantiene en una perrera, donde puede ser adoptado.

los perro de barrio Constituye una grata excepción: el animal, gracias a la peculiar condición reconocida por la ley, es libre de vivir en el lugar que ha elegido como territorio y no puede ser sacado de él, y mucho menos capturado para llevarlo a la perrera.

Como regla general, llevan una marca de reconocimiento, como una medalla alrededor del cuello, donde se puede leer el estado de perro libre y cuidado; señal de que a partir de hoy también traerá Carmelina, que de callejera se ha convertido en una perrita de barrio.

Antonio Scaramozza