La chica que vive en Laponia con los Huskies: una gran aventura

La niña que vive en Laponia con Huskies, una hermosa historia que nos enseña lo preciosa que es la felicidad de las pequeñas cosas

Una hermosa pareja (foto de Instagram)
Una hermosa pareja (foto de Instagram)

¿Quién de nosotros nunca ha soñado con visitar lugares lejanos, alcanzables solo con nuestra imaginación porque concretamente no tenemos la posibilidad de hacerlo? Quizás muchos, menos una niña, han podido convertir su sueño en realidad, con la ayuda de sus amigos perros. Todo comenzó en 2008 cuando Tinja Myllykangas tomó una decisión que cambió por completo su vida. Veamos juntos de qué se trata.

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La niña que vive en Laponia con los Huskies, una historia de coraje y pasión

La chica que besa al Husky (foto de Instagram)
La chica que besa al Husky (foto de Instagram)

La niña decidió dejar su ciudad natal, incluidos sus estudios de biología, por mudarse a finlandia y comenzar la vida que siempre había soñado. A la niña le encanta el contacto con la naturaleza y muchos huskies que cuando inició sus estudios universitarios decidió adoptar. Al no tener la oportunidad de conservarlos, decidió trasladarse a la tundra finlandesa, precisamente en la reserva natural de Muotkatunturi, en Laponia, ubicada a 180 kilómetros del primer centro habitado. En un lugar remoto inmerso en el silencio, la niña creó una granja de perros de trineo, cuidando no solo de ellos, sino también de los caballos islandeses. Y no se detiene ahí porque su pasión por los animales es tan grande que la anima a llevar consigo algunos cachorros de lobo y perros lobo que ha adoptado a lo largo de los años. En total, Tinja llegó a tener 85 animales. Un buen número que indica cuán grande es su interés por el mundo animal.

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A las actividades agrícolas, Tinja ha añadido la realización de visitas guiadas en la naturaleza, ampliando así su negocio. Los turistas son recibidos por su entusiasmo que le enseña a escalar paredes heladas o cocinar en el fuego. Además, sus visitantes tienen la oportunidad de realizar numerosos paseos en trineo, disfrutando la belleza del paisaje virgen. La niña vive en una casa de madera sin electricidad ni calefacción, ni siquiera tiene teléfono.

Laponia no solo le ha traído realización personal, haciéndola sentir feliz sino también amor. Allí conoció a Alex, un entrenador de Husky que comparte la misma pasión por las tierras del norte. El vínculo con sus animales es algo verdaderamente único y especial, difícil de describir con palabras.

La historia de Tinja nos enseña que la felicidad se esconde en las pequeñas cosas y en una gran dosis de coraje.

bendito Félix;