Jirafas en peligro de extinción: es una lucha contra la caza furtiva y las creencias populares
Hace apenas dos días os contamos sobre el enorme riesgo de extinción al que están expuestos los tigres en todo el mundo, y también para las jirafas la situación no es diferente. De estos espléndidos mamíferos solo quedan 90 mil en el mundo, y el número sigue disminuyendo cada vez más, principalmente por la caza indiscriminada que realizan los cazadores furtivos, así como por la destrucción de su hábitat natural. Las 9 subespecies de jirafas que viven en el continente africano han sido protegidas por políticas ad hoc, e incluso si en Níger de los 50 especímenes en 1996, se han pasado los 400 actuales, como se mencionó, la situación sigue siendo crítica.
En particular, la subespecie más expuesta al peligro de extinción es la jirafa de Rothschild, la cual vive entre Kenia y Uganda y tiene menos de 1500 ejemplares, en general luego se observó que en el noroeste de África estos animales han desaparecido casi por completo, mientras que por el contrario, en la parte sur del continente los están introduciendo paulatinamente en el desierto, tanto de las reservas naturales como no, aunque estemos apenas en el comienzo y aún queda mucho por hacer.
Las jirafas se cazan ante todo por su tierna carne, considerada dulce y que sirve como alimento principal a los cazadores furtivos que se dedican a la caza sin piedad de otros animales como los elefantes. Al ser animales de naturaleza pacífica, son bastante fáciles de matar. Además, se incorporan creencias populares, como las de Tanzania, donde se cree que el cerebro y la médula ósea del animal pueden curar el sida.