Invasión de Pyrosomatida en el Pacífico, muchas especies en riesgo

FOTO – Twitter @noaa

La NOAA (Administración Nacional Oceánica y Atmosférica), agencia ambiental de Estados Unidos, lleva realizando algunas observaciones sobre la salud de las aguas del Océano Pacífico desde 2015, encontrando en los últimos dos años un preocupante aumento en el porcentaje de Pyrosomatida en ellas. El fenómeno se ha acentuado en particular en los últimos tiempos, con los reconocimientos realizados a bordo del barco científico de la NOAA frente a las costas de Oregón que también llevaron a la captura de cincuenta mil ejemplares de estos planctónicos en tan solo cinco minutos. En definitiva, se trata de una auténtica invasión, y estos seres gelatinosos también se van a la playa a diario, haciendo que los escenarios en las mismas playas del oeste americano se conviertan en una pesadilla.

La presencia de Pyrosomatida está generando grandes complicaciones para los pescadores locales como es natural imaginar. Estos seres son completamente particulares y son desconocidos para los propios científicos en muchos aspectos: su clase de pertenencia (los Taliacei) es cuestionada por muchos expertos y todavía hay muchas peculiaridades bajo la lupa. Su nombre proviene del griego y significa ‘cuerpo de fuego’ debido a la bioluminiscencia provocada por la presencia de determinadas bacterias propias de las profundidades oceánicas con las que conviven en simbiosis. Son estos últimos los que generan una luminiscencia en la Pyrosomatida, de intensidad variable según las condiciones ambientales. Se piensa que estos pulsos de luz pueden servir para comunicarse con la respectiva colonia a la que pertenecen.

Sus dimensiones también pueden alcanzar tamaños considerables, desde unos pocos centímetros de longitud hasta incluso 10 metros, y están completamente recubiertos de gelatina. Su hábitat se encuentra en las profundidades del mar, pero puede ocurrir que emerjan durante las horas de la noche. Una de las posibles explicaciones de su proliferación parece provenir del calentamiento global que está alterando las temperaturas de los mares y océanos en todo el planeta y, además, es la causa desencadenante de diversos cambios en el comportamiento y los hábitos de muchas especies animales y vegetales. tanto en el cambio de hábitat que cada vez están más acostumbrados a mostrarnos, como lo demuestra la presencia de flora y fauna tropical en la cuenca mediterránea.

El altísimo porcentaje que Pyrosomatida está concentrando en el Pacífico podría poner en peligro todas las demás especies marinas existentes debido a la descomposición masiva del cuerpo de tantos ejemplares, lo que conduce a la repentina disminución de los niveles de oxígeno en el agua. Mientras tanto, las medusas proliferan aquí, así que aquí le mostramos cómo protegernos.

NOAA – Sitio web oficial