Incautación de cría de lager: terneros atados y vacas encadenadas
Estaban atados tan cortos que no podían moverse. Es el triste escenario frente al que se encontraron la policía, los veterinarios de la ASL y el diputado Paolo Bernini, M5S, en una finca en Eboli, en la provincia de Salerno.
La estructura, ubicada en Cioffi, cerca del Parque Nacional Cilento, fue incautada. En la cría, los animales, incluidos terneros y vacas lecheras, se vieron obligados a vivir en condiciones inhumanas, sin tener agua disponible en un contexto de grave deterioro sanitario.
“Hubo un derrame de aguas residuales y estiércol directamente en el suelo y en el acuífero, adyacente a toda la instalación. Al mismo tiempo, los veterinarios de ASL encontraron el delito de maltrato animal y así secuestraron a los animales «, dijo Bernini, explicando que» los terneros fueron atados con cuerdas muy cortas que impedían cualquier tipo de movimiento, las vacas lecheras en cambio, algunas incluso muy delgadas. , estaban atados con cadenas alrededor del cuello que casi no le permitían estirarse. Los animales no tenían agua disponible ”.
El diputado grillino expresó su emoción cuando los ejemplares fueron liberados: «Me emocionó verlos saltar de alegría por la recién descubierta libertad».
Bernini en esta ocasión recordó haber presentado una moción en los últimos días para que el Gobierno y en particular el Ministerio de Sanidad, se comprometan a incrementar los controles específicamente dirigidos al bienestar animal y a crear una etiqueta transparente en la que el tipo de cría, la edad de los animales y la huella ecológica, para garantizar la trazabilidad.
Lamentablemente, este es un tipo de crianza mucho más extendido de lo que se podría pensar incluso en los negocios familiares, apoyado en un sistema de control que se convierte en cómplice de la ilegalidad y condiciones de maltrato de los animales. Si por un lado, como señala el diputado, «es absurdo que en las especies de fincas se ignoren por completo las normas sanitarias, acaben en el mercado», por otro lado se debe considerar igualmente anacrónico y cruel mantener un sistema agrario en el siglo XXI en el que los animales son víctimas de un maltrato sin fin. ¿Qué sentido tiene hacer que un animal crezca toda su vida en cadena, impidiendo su movimiento natural y privándolo de su dignidad? Una condición de esclavitud a la que ningún ser vivo debería verse obligado a vivir.