Gran Premio de Merano, dos caballos muertos en la última edición

Con motivo de la última Gran Premio de Merano, competición de carreras de caballos que tuvo lugar el pasado 23 y 24 de octubre, dos caballos habrían muerto. La noticia llega casi un año después del suceso, y lamentablemente se ha confirmado lo que era un simple rumor del que se esperaba que todo estuviera inventado. El servicio veterinario confirmó la veracidad de la noticia, que dio a conocer cómo la muerte de los dos caballos se remonta a principios de mes, tras un largo período de sufrimiento. Ambos animales se habrían quedado dormidos después de dos caídas que les habían tenido consecuencias irreversibles.

Y todo sucedió tranquilamente, sin que nadie supiera nada y sobre todo sin que nadie que se hubiera enterado de la historia denunciara al gato. Es la enésima confirmación de cómo, cuando se trata de animales, incluso el evento más vulgar todavía se considera no grave. Lo mismo ocurre con los toros que acaban muertos en las corridas. Concretamente en las carreras de caballos, dentro del imaginario colectivo nunca se llega a pensar en el esfuerzo que estos animales tienen que soportar, no solo en la realización del evento sino también en su día a día. A menudo y con mucho gusto llegamos al explotación.

Caballos muertos después de las carreras, los accidentes son más frecuentes de lo que la gente piensa

Y hay muchos caballos que mueren por el esfuerzo durante las competiciones, entrenamientos y más solo en Italia. Sin mencionar cuando su carrera llega a su fin. No son raros los casos en los que comienza para ellos la espiral de carreras ilegales, donde las precauciones para proteger su salud son del todo inexistentes. Y todo ello siempre en virtud del dinero y los ingresos fáciles de gente sin escrúpulos. Como si eso no fuera suficiente, en las últimas semanas se ha producido otra controvertida historia relacionada con los caballos.

En este caso se trata de la edición 2014 de la Giostra dell’Orso, un evento tradicional celebrado en Pistoia y en el que se mataron algunos caballos que cayeron durante la carrera. La lluvia mojó el suelo y se arrojó cal en un intento de secar el fondo. Pero esto hizo que dos caballos resbalaran. Uno de ellos ni siquiera habría estado en las condiciones adecuadas para competir, mientras que el otro fue abatido sin proceder a la necesaria inyección de sedación.

AP